Avanzan cuándo estará disponible la vacuna española de ARNm
La primera vacuna española basada en esta tecnología está siendo desarrollada por científicos de Barcelona, Madrid, Santiago de Compostela y Bruselas.
Investigadores procedentes de Barcelona, Madrid, Santiago de Compostela y Bruselas están trabajando para desarrollar la primera vacuna española basada en ARN mensajero. El grupo de trabajo, liderado por el científico del IDIBAPS-Hospital Clínic, Felipe García, espera que el fármaco pueda empezar a distribuirse en 2022.
La tecnología del ARN mensajero es la que han utilizado las primeras compañías en obtener la autorización para el uso de emergencia de sus vacunas en la Unión Europea, Pfizer/BioNTech y Moderna. El ARN mensajero es utilizado para transmitirle a las células que fabriquen proteínas S del virus para que las reconozca y cree defensas contra ella cuando el SARS-CoV-2 intente entrar en nuestro organismo.
Sin embargo, García ha explicado que la fabricación de los fármacos ha sido distinta. “Nosotros hemos cogido algunos trozos de la proteína S, los que generan más respuesta del sistema inmune, mientras que Pfizer y Moderna cogieron la proteína entera”, ha expresado. Aun así, esta fabricación no debería afectar a la eficacia de un producto que, según los investigadores, podría proteger más contra la COVID-19 que las propias vacunas ya aprobadas.
Adaptable a las nuevas variantes
La tecnología con la que está fabricada la vacuna permitirá a los investigadores adaptarla “rápidamente” en pocas semanas a las nuevas variantes del virus que vayan apareciendo. Por ello, insisten en la necesidad de que haya un gran abanico de vacunas para poder inmunizar a la población mundial.
Los científicos han partido de la hipótesis de que las vacunas en proceso de creación podrían no ser suficientes ante tres supuestos: que no sean capaces de proteger contra las mutaciones del virus, que sea necesaria la vacunación cada cierto tiempo para renovar anticuerpos o que el virus se convierta en endémico.
Ante estas posibles situaciones, “es importantísimo tener muchas vacunas a disposición de la población”, ha añadido García.
Ensayos clínicos
El proyecto se inició a mediados de 2020 y actualmente se están produciendo los ensayos preclínicos con animales, con unos resultados “positivos” por el momento. Por lo tanto, cuando finalice esta etapa, los investigadores solicitarán poder comenzar las pruebas con humanos con el objetivo de “comenzar a distribuir la vacuna el año que viene”.
En el desarrollo de la vacuna trabajan científicos del Hospital Clínic, la Universidad de Barcelona, el Institut de Recerca de Barcelona, el Institut d’Investigacions Biomèdiques August Pi i Sunyer, la Universidad Pompeu Fabra, la Universidad Libre de Bruselas, la Universidad de Santiago de Compostela, el Centro Nacional de Biotecnología y la empresa HIPRA, encargada de la venta del fármaco.
Carencias en la investigación en España
Por último, García, especializado en la búsqueda de una vacuna basada en el ARN mensajero contra el VIH, ha lamentado el escaso apoyo que hay en España para con los científicos que intentan desarrollar vacunas para humanos. “Los niveles de inversión están muy alejados de los de Alemania o Estados Unidos, por lo que es necesario que España dedique fondos al desarrollo de estas tecnologías”, ha finalizado.