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CORONAVIRUS

ARNm en vacunas de la COVID-19: qué es, cómo funciona y cuáles son los posibles efectos secundarios

Las vacunas creadas por Moderna y Pfizer/BioNTech se basan en esta molécula que transporta instrucciones a las células para combatir el coronavirus.

Un sanitario en Colombia prepara la vacuna de Pfizer
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 21/02/2021
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Las dos primeras vacunas aprobadas por la Unión Europea fueron las elaboradas por Moderna y Pfizer/BioNTech. Y ambas tienen en común que están basadas en el ARN mensajero, una molécula mensajera cuya misión es transmitir instrucciones a las células de nuestro organismo para que fabriquen proteínas S del SARS-CoV-2, de forma que cuando entren en contacto con el virus sean capaces de protegernos.

“El ARN mensajero tiene instrucciones para producir la proteína del pico, necesaria para que el virus entre en las células del cuerpo. Cuando a una persona se le administra la vacuna, algunas de sus células ‘leen’ las instrucciones del ARNm y, temporalmente, produce la proteína del pico. Si, de ahí en adelante, la persona entra en contacto con el virus del SARS-CoV-2, su sistema inmunitario lo reconocerá y estará preparado para defender el cuerpo de ello”, explica Harold Enzmann, del Comité de Medicamentos de Uso Humano (CHMP) de la Agencia Europea del Medicamento (EMA), según declaraciones recogidas por Gaceta Médica.

El experto también asegura que las vacunas basadas en ARNm no contienen el virus: “Solo contienen el plan sobre cómo hacer estas características del virus, contienen las instrucciones para producir la proteína del pico. Serán nuestras propias células quienes traduzcan el ARNm”. Además, este ARNm no permanecen en el cuerpo, sino que se descompone poco tiempo después de la vacunación.

Dos dosis

Estas vacunas requieren la administración de dos dosis: la primera inyección desencadena una reacción inmunitaria y la segunda actúa como un ‘refuerzo’ que fortalece la capacidad del cuerpo para combatir el coronavirus. Para la vacuna de Moderna es recomendable que las dos inyecciones se pongan con 28 días de diferencia. Un periodo similar para la de Pfizer/BionTech, cuyo intervalo aconsejado es de 21 días, aunque algunos expertos aconsejan retrasar la segunda dosis de este fármaco debido a la alta eficacia de la primera dosis, que podría ser de un 92,6%.

Efectos secundarios leves

Las reacciones a las vacunas de ARNm también son similares. Helen Chu, especialista en enfermedades infecciosas de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington en Seattle, revela que estos fármacos podrían causar más efectos secundarios que las vacunas contra la gripe, tal y como recoge la revista científica Nature. No obstante, los síntomas suelen ser leves. En los ensayos clínicos de la vacuna Pfizer-BioNTech, por ejemplo, el 75% de los participantes informaron una “reacción sistémica”, como dolor de cabeza, fiebre o escalofríos.

En este sentido, Chu argumenta que las vacunas de ARNm generan una fuerte respuesta inmune que aumenta el riesgo de efectos secundarios, aunque esto también significa que funcionan. Asimismo, confiesa que la segunda dosis de la vacuna de Pfizer le provocó más efectos secundarios: “Me pusieron la vacuna, y 6 horas después, tuve escalofríos, fiebre alta, dolores musculares y me acosté durante 24 horas”. “36 horas después, todo había terminado y volví a la normalidad”, añade. Unos síntomas que la experta prefiere antes que enfermar de COVID-19, “una enfermedad potencialmente mortal que podría matarme”.

En general, los efectos secundarios más frecuentes de ambas vacunas son: cansancio, escalofríos, fiebre y dolor de cabeza, articular o muscular, además de dolor e hinchazón en la zona del pinchazo. No obstante, en el caso del fármaco desarrollado por Moderna se podrían añadir otros síntomas como náuseas, vómitos o hinchazón en la axila. Además, podría presentarse también cierta rigidez muscular y articular.

Por otra parte, el artículo de Nature recoge que, hasta el momento, ninguna muerte se ha podido atribuir directamente a la vacuna contra la COVID-19. La escritora y científica Hilda Bastian asegura que es “extremadamente difícil” relacionar definitivamente una muerte con la vacuna en sí.

Reacciones alérgicas

En cambio, sí existen evidencias de que la vacuna de Moderna provoca aproximadamente tres reacciones anafilácticas por millón de dosis administradas y la de Pfizer/BioNTech desencadena cinco reacciones por millón de dosis, según los datos del programa estadounidense Vaccine Adverse Event Reporting System (VAERS). Unas cifras más elevadas que otros fármacos que no están constituidos con ARNm.

Un artículo publicado en la revista Science aseguró que esto podría deberse al componente polietilenglicol (PEG) que contienen las vacunas de Moderna y Pfizer/BioNTech. Los expertos indicaron que el PEG podría ocasionar anafilaxia, una reacción alérgica potencialmente mortal que puede causar erupciones, caída de la tensión arterial, dificultad para respirar y taquicardias. Ambos fármacos utilizan nanopartículas de lípidos huecos para almacenar y luego entregar su carga útil de ARNm a las células. El PEG está vinculado a los lípidos de estas partículas y, en circunstancias normales, les ayuda a escabullirse por el sistema inmunológico.

Samuel Lai, un ingeniero farmacéutico de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill, cree que los estudios realizados en personas que padecieron anafilaxia podrían ayudar a determinar si el PEG es el responsable. Si las muestras de sangre de estas personas contienen anticuerpos anti-PEG, podría ser un indicador, especifica Lai, pero aún no está claro cuánto tiempo permanecen estas proteínas en el torrente sanguíneo después de la anafilaxia.