Tras un alarmante aumento de casos, Alemania ha logrado reducir el impacto de la pandemia del coronavirus entre sus fronteras en las últimas fechas gracias a las restricciones que comenzó a aplicar hace algunas semanas y que continuarán en vigor hasta al menos el próximo 14 de febrero. La incidencia acumulada está disminuyendo y lo peor de la tercera ola de a enfermedad parece estar pasando.

Sin embargo, el gobierno de la canciller Angela Merkel y el principal epidemiólogo del país, Christian Drosten, han pedido a los ciudadanos cautela y que no relajen en ningún momento las medidas de prevención, especialmente ante la aparición de las nuevas cepas del coronavirus, consideradas más contagiosas por la comunidad científica.

Limitaciones a los viajes

En una entrevista en el programa de la televisión alemana Tagesthemen, Drosten repasó la evolución de la crisis de la COVID-19 y la eficacia de las restricciones. El virólogo considera que las limitaciones impuestas a los viajes están siendo claves para frenar el avance de la enfermedad y se muestra partidario de incrementarlas “casi a cero” en los casos de los vuelos internacionales.

Se trata de una postura que por el momento se ha visto reflejada en la prohibición hasta el 17 de febrero de los viajes desde países afectados por las mutaciones y que incluye al Reino Unido, Irlanda, Portugal, Sudáfrica y Brasil. Esta medida se ha unido a otras que ya estaban en vigor, como el cierre de las escuelas, y que el experto pide no flexibilizar por el momento.

El riesgo de eliminar las restricciones

Drosten cree que Alemania todavía tendrá que esperar meses para alcanzar la deseada inmunidad de grupo, a pesar de que el proceso de vacunación está plenamente activo. “En algún momento habremos vacunado a tanta gente que el virus ya no se propagará por sí mismo. Sin embargo, no estoy seguro de que esto suceda pronto", afirmó.

Por ello, considera conveniente no suavizar la mayoría de las restricciones hasta que se alcance ese objetivo. El virólogo, que ya mostró su gran preocupación ante la capacidad de transmisión de la cepa británica en una entrevista en Der Spiegel, señala que en caso de levantar las medidas el país se enfrentaría a "un escenario en el que el virus se multiplica de nuevo con mucha fuerza".

Drosten ya advirtió en Der Spiegel que “una inmensa presión económica, social, política y tal vez legal” podría surgir para que se eliminen las restricciones una vez se haya vacunado a la población de riesgo, una situación ante la que, en su opinión, no se debe ceder por el peligro que implica. "Sería un error de cálculo porque no debemos permitir incidencias muy elevadas ni tan siquiera entre los más jóvenes”, aseguró en el programa Tagesthemen.