La nieve y el hielo que ha dejado la borrasca Filomena y que todavía permanecen en las calles de la Comunidad de Madrid han desembocado en un aumento de las fracturas óseas producidas por caídas en estas superficies.

Así lo confirma el jefe de Urgencias del Gregorio Marañón, Juan Andueza, quien ha asegurado a Cadena SER que casi la mitad de los pacientes que han sido atendidos en las Urgencias del hospital donde trabaja se debían a fracturas óseas y percances producidas por el hielo y la nieve.

En la misma línea se dirigen fuentes del Servicio de Asistencia Municipal de Urgencias y Rescates (SAMUR), que cuantifican en casi un centenar las personas que han precisado de sus servicios por estos motivos. Por ello, Andueza se ha sumado a las peticiones de las autoridades políticas para pedirle a la ciudadanía que “limite las precauciones y evite salir a la calle”.

“Desde el inicio de la guardia de hoy, a las 08:00 de la mañana, de los 130 pacientes que han entrado a Urgencias, 85 han sido por traumatismos. Un 40% de ellos, finalmente, han sido diagnosticados con fracturas”, ha explicado Andueza. “Gran parte de las roturas eran de Colles, producidas por poner las manos al caer. También hay fracturas de cadera en gente mayor. Pero esta situación, unida a las infecciones por coronavirus, facilita el colapso hospitalario”, ha añadido.

También en otros hospitales

Según informa el mismo medio, también se ha percibido este aumento de fracturas en otros hospitales de la Comunidad. Por ejemplo, en el Hospital Universitario La Paz, la mitad de los pacientes de Urgencias se deben a fracturas cuando el porcentaje rara vez supera el 15%. También el Hospital Universitario de Móstoles ha notado el aumento, aunque en este caso también se han producido bajas en trabajadores del hospital debido a caídas en las inmediaciones del centro.

El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, declaró recientemente que la ola de frío que afectará a Madrid y a otras ciudades del país durante esta semana “puede suponer un problema grave para la capital”, pues hará que la multitud de nieve que cubre la región se convierta en hielo de tal manera que el riesgo de caídas aumentará exponencialmente.