"Ahora mismo no vamos a alcanzar la inmunidad de grupo con las vacunas"
Rafa Vilasanjuan, director de análisis del ISGlobal de Barcelona, recuerda que esta campaña de vacunación "es la más difícil de la historia de la humanidad".
La ilusión desenfrenada que había despertado la llegada de la vacuna contra el coronavirus ha sido frenada por un golpe de realidad. Durante la primera semana de vacunación en las residencias de mayores, solo se ha puesto el 18% de las dosis recibidas. Una situación que era previsible, según Rafa Vilasanjuan, director de análisis del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) y miembro de GAVI, la alianza global para la vacunación. “Primero, tenemos una falta de producción. Segundo, tenemos problemas logísticos y de distribución, y al final tenemos que poner la vacuna en el brazo. Todo eso genera una serie de dinámicas que ya podíamos avanzar que iba a causar problemas”, señala en ‘La Ventana’, de la Cadena Ser.
“Estamos en una situación que irá mejorando, pero poco a poco”, ha añadido. Así, ha advertido que la ansiada inmunidad colectiva todavía tardará en llegar: “Ahora mismo no vamos a conseguir la inmunidad de grupo con las vacunas. Es absurdo”. Así, ha desmentido la posibilidad de que se haya vacunado al 70% de la población española en verano, poniendo como ejemplo la situación de Estados Unidos, donde se dijo que para finales de 2020 estarían vacunadas 20 millones de personas, mientras que solo se ha administrado la vacuna a dos millones. “Todo eso son cifras que pertenecen a un discurso de impotencia política”.
Causas del retraso
“Siempre se va hacia las mejores cifras posibles, pero nadie piensa que va a haber muchas dificultados en el proceso”, asevera Vilasanjuan. Explica que no se puede ver la vacuna como un “milagro” que terminará con la pandemia de un día para otro. “Seamos honestos en la capacidad de analizar lo que tenemos”, ha planteado.
En este sentido, ha destacado que la campaña de vacunación europea se adelantó del 4 de enero al 27 de diciembre. También ha apuntado que una campaña de vacunación requiere de un cuerpo de enfermería muy bien formado específicamente para esta vacuna, mientras que en España este cuerpo no está “sobrado”, más bien lo contrario, “no tenemos todos los puestos ocupados”. Por lo tanto, “han tenido que recurrir a estresar todavía más el sistema sanitario y hay muchas comunidades que ya se ha encontrado en esa distribución con problemas”.
Por otra parte, ha sembrado la duda sobre el plan de distribución: “Llevarla a residencias es muy complicado, entre otras cosas porque hay una persona a la que se le tiene que poner, porque hay una logística que no favorece que se vaya allí y porque hay una necesidad de poner la vacuna en el brazo que requiere el consentimiento de la persona”. Este último punto supone un problema añadido porque, en muchas ocasiones, el consentimiento lo tienen que dar los hijos o tutores de los ancianos, quienes suelen vivir fuera o pueden no estar disponibles, lo que también retrasa el proceso.
La campaña de vacunación más compleja de la historia
El experto invita a mantener la calma, pues mantiene que esta vacunación no se parece a ninguna: “Es la campaña más difícil de vacunación de la historia de la humanidad. Nunca, jamás, se había llevado a cabo una campaña universal mundial que significa: todos los países, todas las personas. Esto no se había hecho ni con la gripe”.
Mientras que la campaña de la gripe dura apenas un mes, esta puede alargarse un año, según las previsiones de Vilasanjuan. Durante este periodo, aparecerán numerosos datos al respecto, añadidos a los del número de contagios, fallecimientos, hospitalizaciones o recuperaciones, que alimentarán el cansancio existente a causa de la sobreinformación: “Nos cansaremos de las cifras cuando empiecen a regularizarse”. Este momento llegará, según el experto, “cuando se hayan empezado a visualizar esos problemas y se ponga en marcha una campaña de vacunación que es tan importante como la vacuna porque al final una vacuna no es nada si no se la pones en el brazo a una persona”.
Pasaporte sanitario
En alguna ocasión se ha hablado de que las personas deberán llevar encima un pasaporte sanitario que refleje que se han vacunado contra la COVID-19 para acceder a determinados lugares o desarrollar diferentes actividades. El director de análisis del ISGlobal de Barcelona afirma que “más que esto, lo que sí hay es un registro de vacunación. Quien se vacuna va a estar registrado y tendrá una cartilla”. Esto será útil para viajar: “Va a haber países que pidan la vacunación, especialmente aquellos que tengan más problemas para frenar la epidemia y no tengan tanta capacidad para comprar vacunas, por lo que van a pedir que la gente vaya con cierta seguridad”.
Para quienes no quieran vacunarse, señala que no cree que haya represalias o discriminación: “No parece que vaya a haber un registro de los que no se vacunan más allá del registro que indique por qué no se vacunan”. Eso sí, ha lanzado un duro mensaje a aquellos rechazan la vacuna: “Los que no se vacunan viven del egoísmo y la solidaridad de los demás, y no se protegen como ellos, lo que en un momento dado se puede pagar”.
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