CORONAVIRUS

Nuevas medidas y restricciones en Cataluña: cierres, horarios, qué se puede hacer y qué no

La Generalitat ha optado por endurecer finalmente las medidas con el objetivo de detener el avance del virus. Comienzan a aplicarse el 7 de enero.

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El aumento de contagios y el empeoramiento de la situación epidemiológica de Cataluña han obligado a las autoridades a ser más duros para contener la pandemia y evitar que el virus se descontrole en la comunidad autónoma tras las fiestas. Por ello, el Gobierno catalán ha aprobado un paquete de medidas más restrictivas, entre las que se encuentra el cierre de los municipios durante 10 días o la prohibición de apertura de centros comerciales y tiendas no esenciales.

A partir del próximo 7 de enero Cataluña empezará a poner en marcha su plan para reconducir la situación, que ha empeorado enormemente. Los datos, publicados por el departamento de Salud de la Generalitat, muestran un aumento de la velocidad de transmisión del virus (la Rt), pasando de los 1,11 puntos del día de ayer a los 1,27 de hoy.

Además, el riesgo de rebrote ya está en los 500 puntos, demasiado alto, y la presión hospitalaria es cada vez mayor. Los hospitales catalanes cuentan actualmente con 2.084 personas ingresadas, y de ellas unas 392 se encuentran en las UCI.

Restricción de movilidad y de apertura de centros

“Bajar el ritmo del país”. Así se ha referido Josep Maria Argimon, secretario general de Salud Pública de la Generalitat, ante la necesidad de una actuación urgente, insistiendo en la importancia del cumplimiento de las nuevas medidas para poder volver a la situación previa a la nueva actualización de las mismas a partir del 18 de enero.

Con la nueva limitación de movilidad, no se podrán realizar desplazamientos entre los municipios de Cataluña durante 10 días, empezando a contar desde el jueves 7 de enero. Hasta el momento, con la llegada de las navidades, se había relajado todo, permitiendo moverse con libertad por la comunidad para visitar a familiares, turismo, trabajo o cualquier otra necesidad. Solo las comarcas de la Cerdanya y el Ripollès estaban cerradas, pero ahora pasará a ser un confinamiento municipal total.

Tampoco podrán abrir los centros comerciales durante este periodo de tiempo, mientras que solo aquellas tiendas con un tamaño inferior a los 400 metros cuadrados podrán permanecer abiertas. Se cierra también el comercio no esencial durante el fin de semana. Ya no pillará a las compras de Reyes, pero sí a las rebajas posteriores. Todo ello con el objetivo de impedir aglomeraciones.

Restauración, cultura y ocio

Con respecto a los colegios, abrirán el lunes 11 de enero como estaba previsto, pero se suspenden las actividades extraescolares y de ocio, salvo que se hagan en grupos burbuja. Además, las actividades deportivas solo se permiten al aire libre, cerrando así los gimnasios.

La restauración y la cultura se quedan como hasta ahora, sin cambios. Los bares y restaurantes seguirán abriendo, al 30% de aforo, de 7:30 a 9:30 y de 13 a 15 horas, y cines, museos, teatros, auditorios o salas de exposiciones, con un aforo del 50%.

La situación epidemiológica demandaba cambios urgentes

A pesar de que las autoridades catalanas se negaron a endurecer las medidas, confiando en que las ya establecidas y vigentes serían suficientes de cara a la Navidad, el coronavirus ha ido haciéndose paso durante las fiestas, aprovechando el relajamiento general.

En las últimas 24 horas, en Cataluña se han contabilizado 1.319 nuevos contagios y 32 fallecidos. Es cierto que son cifras menores a las del día anterior, pero igualmente la tendencia observada en los últimos días, y a la espera de que empiecen a notarse verdaderamente los efectos del virus en las reuniones familiares, es de un avance total.

Por ejemplo, el porcentaje de positividad de las pruebas es del 9,51%, hasta cuatro puntos por encima del que había el 21 de diciembre, antes de las fiestas. Asimismo, en los hospitales la situación va cada vez a peor, con 144 personas ingresadas en las últimas 24 horas, y siete en estado crítico desde el último día contabilizado. Por lo tanto, todos los indicadores apuntan a una tercera ola en Cataluña, que con estas restricciones se intentará que sea lo más pequeña posible.