El pasado domingo comenzó en España y en gran parte de la Unión Europea (UE) la vacunación contra el coronavirus gracias a la autorización para el uso de emergencia de la vacuna de Pfizer/BioNTech. La estrategia para la vacunación, al disponer todavía de pocas dosis, se ha caracterizado por destinar los recursos a las personas más susceptibles de contraer una enfermedad que ha provocado más de 80 millones de contagios en todo el mundo.

En este sentido, la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid ha desarrollado un plan de vacunación para distribuir y administrar las dosis de la vacuna de Pfizer/BioNTech, la única con autorización a día de hoy, que le corresponden.

Los ciudadanos con vacunación preferente son las personas que viven en residencias de ancianos y sus trabajadores. En la Comunidad de Madrid hay 475 residencias consideradas como “muy vulnerables” al virus. Esta calificación se les ha otorgado utilizando tres criterios: la mayor cantidad de internos, la dificultad para aplicar medidas de contención o prevención y el no haber registrado positivos durante la pandemia. El día 27 de diciembre supuso el comienzo de la campaña en tres de esas 475 residencias: la de Vallecas, Las Azaleas (Ciudad Lineal) y Parque Almansa (Moncloa-Aravaca).

Madrid prevé recibir 586.200 dosis de la vacuna hasta el mes de marzo, cuando llegue la última remesa acordada por la Unión Europea con la compañía. Dentro del primer grupo de riesgo, según el plan de vacunación autonómico, se incluirían unas 65.000 personas.

Vacunación aplazada en positivos y embarazadas

El escrito recomienda que el personal sanitario de primera línea, el siguiente grupo en tener preferencia de acceso a la vacuna, retrase su vacunación si han sufrido la enfermedad en los últimos tres meses. “Así, se podrá priorizar la vacunación de los sanitarios que no hayan padecido la enfermedad”, explica el documento de la Dirección General de Salud Pública.

De igual manera, la prioridad dentro de los grupos pertenecerá a los trabajadores que tengan “un contacto estrecho con los pacientes infectados”. En el caso del último grupo prioritario dentro de la primera fase de la vacunación, los “grandes dependientes”, es decir, los que tienen un grado III de discapacidad, tendrán derecho al fármaco los que tengan acreditada la incapacidad junto con las personas “con enfermedades que requieran intensas medidas de apoyo para desarrollar su vida”. También podrá vacunarse el personal profesional que les asista, no siendo así con sus familiares y convivientes.

Por su parte, la Comunidad de Madrid ha recomendado aplazar la vacunación de las personas embarazadas, a pesar de que, en principio, no hay ninguna contraindicación existente. La administración de las dosis en pacientes en situación terminal será evaluada por los médicos responsables.

Tampoco podrán ser tratados los menores de 16 años, pues la Agencia Europea del Medicamento no ha autorizado el uso del fármaco de Pfizer/BioNTech para las personas de esta edad. Además, no podrán vacunarse las personas que presenten sintomatología compatible con la enfermedad ni las que, a pesar de haber dado resultado negativo, se encuentren aisladas por haber tenido contacto estrecho con un positivo.

Distribución de la vacuna

De la distribución de la vacuna por la comunidad se encargará una empresa logística contratada por la comunidad. La compañía dispone de un almacén central y uno de apoyo, donde cuentan con seis congeladores que permiten conservar las dosis a la temperatura óptima.

El plan de vacunación de la región se basa en que “por cada vacuna suministrada se conserva otra”, de tal manera que la distribución no supondrá un problema para la administración de la segunda dosis de la vacuna, 21 días después de haber recibido la primera.