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La Vía Láctea canibaliza a dos galaxias

La misión Gaia ha revelado que nuestra galaxia, la Vía Láctea, está absorbiendo otras dos galaxias dentro de su proceso de expansión.

La Vía Láctea canibaliza a dos galaxias
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Según muestra la tercera entrega de datos de la misión Gaia de la Agencia Espacial Europea (ESA), publicados este jueves, nuestra galaxia, la Vía Láctea, estaría absorbiendo otras dos galaxias dentro de su proceso de expansión.

El telescopio espacial Gaia fue lanzado en 2013 y desde entonces ha estado enviando información diaria desde una distancia de un millón y medio de kilómetros detrás del planeta Tierra, en dirección contraria al Sol, y donde el campo visual está más despejado porque hay menos polvo cósmico que en el centro de la galaxia. Los investigadores encargados de la misión, han bautizado este punto como el “anticentro”.

Sagitario y Nubes de Magallanes

Gracias al movimiento de las estrellas y su interacción, los científicos han descubierto que nuestra galaxia está absorbiendo por un extremo a otra un poco más pequeña llamada Sagitario y, por el otro, a un conjunto formado por otras dos más pequeñas, denominadas las Nubes de Magallanes.

"No hablamos de destrucción, sino del ensamblaje de una galaxia con la otra. Hemos descubierto el choque de la Vía Láctea con otras vecinas porque quedan trazos en las estrellas de esas colisiones", explicó a la Agencia EFE uno de los responsables de operaciones de la misión Gaia en España, José Hernández.

En 2018, los expertos ya determinaron que nuestra Vía Láctea se había fusionado con otra galaxia hace diez mil millones de años. Esta tercera entrega de datos también ha revelado la situación de más de 1.800 millones de cuerpos celestes de nuestra Galaxia, nunca antes observados con tanta precisión.

Aceleración del Sistema Solar

La misión Gaia ha permitido también que los científicos puedan medir la aceleración del Sistema Solar con respecto al marco en reposo del universo. La medición ha determinado que la velocidad del Sistema Solar aumenta 0,23 nm/s cada segundo. Esto provoca que la trayectoria del Sistema Solar se desvíe unos 115 kilómetros al año.

"Es como estar en un tíovivo, en el que los caballos son los planetas y vamos moviéndonos con círculos cada vez más amplios hacia el exterior", señala José Hernández para EFE.

El final de esta misión está previsto para el año 2025, cuando el telescopio espacial de Gaia dejará de enviar información. Mientras tanto, la próxima entrega de datos será en el 2022.