La pandemia del coronavirus está sacando lo peor de algunas personas. Hemos visto peleas por no llevar puesta la mascarilla o burlas hacia personas enfermas por respetar las medidas de seguridad para prevenir la COVID-19. Pero lo que no habíamos oído hasta ahora, había sido la venta de un recién nacido a causa de la infección.

Ha ocurrido en China, donde un hombre ha vendido a su bebé por algo más de 20.000 euros (163.000 Juanes), un collar y un brazalete de oro. El motivo, la pérdida de su trabajo a causa de la crisis sanitaria. Esto le ha llevado a deshacerse del pequeño para poder permitirse el pago de la hipoteca y las diferentes cuotas de su coche.

Convenció a la madre del pequeño

La madre del niño fue convencida por el padre al no poder hacerse cargo de los recibos pendientes. El pequeño fue vendido a otra mujer china, a la que las autoridades interrogaron tras levantar varias sospechas mientras viajaba en un tren. En un principio, declaró que lo había adoptado, pero más tarde acabó confesando que había comprado al bebé.

A la espera de ser procesados

Desde ese momento, las autoridades policiales chinas iniciaron una investigación que acabó con la detención de los progenitores del pequeño por un delito de tráfico de menores. Ahora, se encuentran a la espera de ser procesados.

En China, esto se considera un delito muy grave y está penado con entre cinco y diez años de cárcel. También podrían enfrentarse a la cadena perpetúa y a la pena de muerte, si las autoridades competentes lo consideran.