Joan Pons Laplana es un enfermero español de 45 años que decidió marcharse a Reino Unido en busca de un trabajo digno. Las precarias condiciones del sector sanitario en España le obligaron a realizar su trabajo en un país extranjero, una labor en la que ya tiene un recorrido de veinte años y que ahora ejerce en el Hospital de Sheffield. Desde allí ha sido testigo del avance del coronavirus, por lo que ha decidido dejar su despacho dedicado a la gestión de enfermería para aprovechar sus conocimientos en primera línea.

Con una familia asentada en Inglaterra y unas condiciones laborales estables, este barcelonés decidió que era el momento para un nuevo reto. Por eso, allá por el mes de mayo decidió presentarse como uno de los voluntarios de la vacuna que la Universidad de Oxford está probando junto al laboratorio AstraZeneca. El propio Pons define esta situación como "un riesgo que está dispuesto a correr para acabar con el virus de una vez por todas".  

- ¿Cómo es el proceso a la hora de hacerse voluntario y qué requisitos son necesarios? 

La universidad de Oxford envió un email a todos los hospitales de Reino Unido porque estaban buscando voluntarios para la Fase 3 de la vacuna. Pero no cualquier voluntario, querían personas que estuvieran en primera línea, voluntarios que estuvieran atendiendo a pacientes con COVID. En la Fase 3 es donde se mira la eficacia de la vacuna, y la única manera de comprobar si la vacuna es eficaz o no es que los voluntarios estén expuestos al virus y den positivo en algún momento con las PCR.

Los requisitos consistían en tener más de 18 años y menos de 55, no tener ninguna enfermedad crónica y no haber desarrollado anticuerpos a la enfermedad, y yo cumplía con todos ellos. 

- ¿Cómo recibiste tu positivo por COVID - 19 y cómo contactaron contigo desde la Universidad de Oxford? 

El miércoles 7 de octubre me levanté con una fuerte congestión nasal y un poco de dolor de cabeza. Yo me pensaba que era un resfriado común, pero finalmente llamé por teléfono y me hicieron una pregunta clave: “¿has perdido el olfato?” Yo casi me reí, porque no podía respirar por la nariz. 

Inmediatamente me comentaron que debía hacerme una PCR y quedarme en casa hasta saber el resultado. Al día siguiente me comunicaron que era positivo por COVID-19. Cuando llegó el resultado a mi móvil se me paró el corazón y la primera imagen me vino a la cabeza era la de los pacientes que tuve en la terapia intensiva y no pude salvar. Es algo parecido a cuando te diagnostican un cáncer, ya que hoy en día casi todos se pueden tratar, pero al final piensas: "Ya me ha tocado a mi. Espero que todo vaya bien”. Siempre digo que mi positivo es un paso adelante para que se pueda saber si la vacuna es eficaz y puede salir al mercado.

- ¿Cómo fueron los pasos a seguir desde la Universidad de Oxford? 

Desde la Oxford activaron el protocolo de emergencia. Tuve que ir al hospital y me hicieron un montón de pruebas: analíticas, exploración física y otra PCR para asegurar que no era un falso positivo. Cada día me llamaban para comprobar si tenía síntomas. En este caso nunca tuve fiebre, el dolor de cabeza se me pasó en 24 horas y la congestión nasal me duró tres días. Tenía que estar aislado por precaución, ya que no sabíamos cómo podía actuar la vacuna. 

Una vez a la semana yo me hago una PCR por rutina. Ahora ya soy negativo. La siguiente prueba consiste en varias analíticas para saber cómo está funcionando mi cuerpo y cuál es el nivel de mis anticuerpos. Ahora se está viendo que los anticuerpos en las personas que han pasado la enfermedad, descienden rápidamente. Con la vacuna están intentando que dichos anticuerpos se mantengan. Si los anticuerpos no aguantan un año, la vacuna no valdrá para nada, ya que la frecuencia mínima de una vacuna válida es anual, como la de la gripe. 

- ¿Cómo actúa la vacuna en el organismo? Porque ya hemos visto que incluso los pacientes que reciben la dosis pueden contagiarse.  

El virus está en el aire y yo no puedo impedir que intente entrar a mi cuerpo. Lo que sí consigue la vacuna es que yo ya tenga un ejército preparado para detectar y atacar al virus en el momento que el coronavirus quiera hacerme daño. Esa es la diferencia entre estar vacunado o no. La vacuna ataca al virus desde el primer momento impidiendo que se multiplique y eso me protege a mi y al resto de personas.

Es un poco como “Érase una vez el hombre”. Los ejércitos de glóbulos blancos que detectan el virus, enseguida lo rodean y lo atacan. La vacuna impide que se desarrolle la enfermedad y los síntomas. Lo que no impide es que el virus entre en mi organismo.

- ¿A cuánta gente hay que vacunar para que la vacuna sea efectiva?

Ese es un dato clave. Para que funcione y tengamos la deseada inmunidad de rebaño tendríamos que vacunar al 70% de la población. De todas las edades, no solo gente mayor o con enfermedades crónicas, sino a todo el mundo.

También a los que han pasado la enfermedad porque se ha visto que haber tenido la COVID previamente no te protege a largo plazo. Si la gente quiere acabar con este virus tiene que vacunarse. Que se olviden de tonterías de las teorías de la conspiración, las vacunas funcionan y se ha visto a lo largo de la historia. 

- ¿Qué son las células T y cómo actúan contra el virus? 

La vacuna estimula unas células que el cuerpo de manera natural no produce. Estas son las células T y son muy importantes a la hora de proteger el cuerpo del virus. Son como los G.E.O, el cuerpo de élite del ejército, porque detectan y matan a las células que pueden hacernos daño, y además aguantan mucho más. Al final, el valor real de cualquier vacuna se basa en la estimulación de estas células T.

- Hemos visto como personajes públicos como Miguel Bosé realizaban declaraciones negacionistas. ¿Cómo crees que la opinión de esas caras conocidas puede influir en la sociedad?

En tiempos de crisis es normal que eso pase. El ser humano intenta buscar respuestas a todo. En tiempos de incertidumbre volvemos a nuestro instinto animal y somos más susceptibles a creernos teorías que de otra manera nunca hubiéramos creído. Yo pido que no ataquemos a estas personas y abramos un diálogo. Tenemos que llegar a a un entendimiento, y yo siempre estoy dispuesto a que me enseñen datos. Si me demuestran que su teoría es verdad con datos, yo estoy dispuesto a cambiar de opinión.

- ¿Cómo valoras la actuación de los políticos en este aspecto? 

Cuando veo que políticos famosos y gente importante de España decide hacer una fiesta de celebración a puerta cerrada yo me llevo las manos a la cabeza. Ellos son los que tienen que dar ejemplo. Luego culpan a la gente joven de que se saltan las normas… si ellos son los primeros que se las saltan apaga y vámonos. 

Si yo me salto las normas en mi trabajo lo primero que me harán es echarme. A mi lo que me sorprende es que estos políticos y famosos se saltan las normas y no les pasa nada. Esa es la imagen que les da al resto de la gente. El ser humano es un ser sociable, pero si vemos que la gente que tiene que dar ejemplo se lo pasa por el forro, la gente de a pie también lo hace. 

- ¿Cómo crees que puede afectar la segunda ola a Europa y en concreto a España? 

Creo que habrá una cuarentena muy fuerte, no creo que haya otra solución. Habrá un confinamiento total para intentar controlar el COVID. Es como si estuviéramos en un avión y la azafata dijera “vamos a estrellarnos”. “Brace, brace, brace, heads down stay down”

¿Qué ocurre con los rastreadores y pruebas en España? No puede ser que los PCR tarden una o dos semanas en dar los resultados. Si se quería evitar la segunda ola, los deberes se tenían que haber hecho durante el verano. El dinero había que invertirlo durante el verano porque ahora siempre vamos a remolque. Más de un millón de personas han muerto ¿Cuántas personas más? Creí que estas cosas solo pasaban en países del tercer mundo y a mi me parece muy triste porque estamos jugando con la vida de las personas.

- Si la vacuna funciona, todo esto quedará como un mal recuerdo. ¿Cuándo cree que puede estar lista la vacuna?

Las primeras dosis llegarán pronto. La Universidad de Oxford ya ha pedido a la Agencia Europea de Medicamentos que revise los datos de la Fase 3. En circunstancias excepcionales como es la pandemia no hay que esperar a que finalice la fase tres sino que a medida que tienen datos la Agencia Europea de Medicamentos ya puede revisarlos, algo que indica que están casi al final. Oxford no hubiera pedido la revisión de los datos si no estuviéramos muy cerca.

Además hay un precedente. La última vez que se pidió revisar los datos sobre un medicamento relacionado con el coronavirus fue el remdesivir, el famoso fármaco utilizado por Trump, y tardaron tres meses en dar la licencia. Por lo tanto, y visto cuando lo ha pedido Oxford, la vacuna podría estar antes de fin de año, yo creo que antes de Navidad.

- ¿Cómo se repartirán las dosis y a quién llegarán primero?   

Las primeras dosis serán para los sanitarios que tendremos que seguir cuidando a las personas, después pasaremos a la gente de alto riesgo para evitar que los hospitales colapsen. La prioridad serán los mayores de 55 años y los pacientes con enfermedades crónicas. Y ya cuando se ha vacunado todo este grupo, que creo que podría tardar unos cuatro meses, se podrá llevar a cabo una vacunación en general a lo largo del mes de abril.

Es decir, la vacuna tardará unos nueve meses en llegar a todo el mundo. La cifra mágica es llegar al 70% de la población, pero no creo que lleguemos a esta cantidad hasta finales del 2021.

- Según los últimos estudios, la vacuna de la Universidad de Oxford es eficaz en todas las edades. ¿Qué significa exactamente este avance? 

Cuando sacas una vacuna hay tres fases. La fase 1 y la fase 2 se mira la seguridad y si produce una respuesta inmunitaria buena. Se empieza siempre por personas sanas, pero ya en la fase 3 se puede empezar a probar en personas de alto riesgo, ya que son las personas que lo van a necesitar más.

En el caso de la vacuna de Oxford, la seguridad y la protección es muy buena en todas las edades. Incluso mejor en los mayores de 55 años que produce una doble protección y eso es bueno y que parece que la vacuna está haciendo lo que tenía que hacer. Ahora solo toca esperar que la Agencia Europea de Medicamentos decida que tiene los suficientes datos para decir que 'sí' a la licencia.

- ¿La 'lucha' entre laboratorios por sacar antes la vacuna puede generar repercusiones negativas? 

Hay rumores que intentan desacreditar la vacuna de Oxford. Si es la número uno en el mundo, lo más normal es que otros laboratorios perderán mucho dinero. Hay que tener en cuenta que fabricar una vacuna cuesta mucho dinero, y si la Universidad Oxford la puede vender a precio de coste, las demás farmacéuticas no van a poder recuperar todo el dinero que han invertido. 

Aquí es de donde puede surgir una batalla mediática. Hay que dejar la política a un lado, ya que esto se trata de salvar vidas. Hay espacio para todos. No se sabe si la 'Sputnik' será mejor para jóvenes, la de Pfizer para otro grupo… Cuanta más munición tengamos para atacar a este virus y acabar con él, mucho mejor.

- ¿Cuál es es la estructura de la vacuna y cómo se ha elaborado? 

Lo que la doctora Gilbert (Universidad de Oxford) ha hecho es crear un vehículo que han extraído del virus del resfriado común de los chimpancés. Este vehículo es la base de esta vacuna. Sin embargo, la manera hacerla efectiva para el COVID ha sido añadir la proteína del propio virus. Si miras la fotografía del COVID puede verse que está compuesto por pequeñas coronas, pues una de estas proteínas es la que han elegido para incluir encima del vehículo creado para entrar a nuestro cuerpo.

Lo mejor de todo es que este vehículo puede ser utilizado en el futuro para combatir otras enfermedades, lo único que hay que cambiarle es la proteína que va en su interior. Por lo tanto, no es que la vacuna se haya hecho en nueve meses. La gente dice “esta vacuna se ha hecho muy deprisa”, y no es así. El equipo de la doctora Gilbert lleva mucho años estudiando vacunas y preparando este vehículo. Lo que sí ha ido muy rápido es la elección de la proteína para poner encima del mismo.

- ¿Cuándo comienza a actuar la vacuna en el organismo?

El cuerpo tarda unas dos semanas en comenzar a generar anticuerpos. La vacuna no empieza a actuar hasta que pasen dos semanas. La razón por la que se pone otra dosis a los 28 días es porque se crea un aumento del número de anticuerpos. Es decir, se recarga el ejército con nuevas células T y anticuerpos.

Han ido probando en diferentes grupos y ha podido confirmar que la mejor manera de tener más inmunidad es por medio de dos dosis con 28 días de diferencia. Con eso se asegura preparar al cuerpo de cualquier agresión del virus, pero hay que dejar claro que desde que te la pones no estás inmunizado, tardas dos semanas y luego otras dos semanas para incluir más anticuerpos y estar totalmente inmunizado. No hay que ponerse la vacuna y despreocuparse.

- ¿Qué diferencia hay entre la vacuna de Oxford y el resto de las que están en desarrollo? 

La ventaja de la vacuna de Oxford es que no tiene unos accionistas detrás. Está financiada por el Sistema Nacional de Salud. Por lo tanto, se trata de una vacuna que se adquiere a precio de coste que la permite llegar a todo el mundo.

- ¿Qué fue lo primero que pasó por la mente de su familia al decirles que era un voluntario de la vacuna? 

La verdad es que mi mujer se asustó. Me dijo que estaba loco y me dejó de hablar tres días. Ella me preguntó: "¿Qué es lo peor que te puede pasar?". Y bueno, yo he firmado un papel en el que pone que la vacuna es experimental y en casos excepcionales puede producir la muerte. Entonces se asustó. Yo soy enfermero y estoy acostumbrado a vivir con la muerte, y esta frase para mi es bastante normal. Ella se asustó pero cuando vio que todo iba bien, me apoyó.

- ¿Por qué la vacuna de Oxford y AstraZeneca?

La verdad es que me decidí por la vacuna de Oxford porque la propia doctora Gilbert probó la vacuna en sus tres hijos. No he visto a ninguna madre que pueda poner en riesgo a sus hijos por la ciencia. Por lo tanto, yo tengo mucha confianza en Gilbert, esa fue una de las cosas por las que me hice voluntario.

- ¿Cómo cree que afecta la situación al deporte? ¿Está a favor de esta 'nueva normalidad'?

Yo sí estoy a favor. Porque las competiciones pueden permitirse regresar gracias a un sistema de testeo y de rastreo que es muy efectivo. Hay una infraestructura que permite que todo esto salga adelante. Lo mismo debería pasar con la población.

Han invertido dinero para que esto ocurra, pero salimos de los deportes de élite y esta infraestructura no existe. Soy partidario de reemprender la normalidad pero siempre que haya las medidas para evitar contagios.

- Desde tu punto de vista profesional y como propio voluntario ¿Qué crees que estamos haciendo mal como sociedad?

La gente no se está tomando en serio el COVID. Si es verdad que solo afecta a un 0,5%, pero si lo ponemos de esta manera, una persona de cada 200 va a perder la vida. La gente no debe creerse que es inmune porque puede tocarle a cualquiera. Por lo tanto hay que respetar las distancias de seguridad, ponerse la mascarilla y no jugar a la ruleta rusa para irse de copas con los amigos. Porque al final alguno de sus amigos puede tener mala suerte y perder la vida.

Pienso que hay que hacer una campaña de concienciación parecida a la del SIDA. El famoso 'póntelo, pónselo' para concienciar a la gente que no es de alto riesgo que también les puede tocar a ellos. Necesitamos que todo el mundo ponga su granito de arena para acabar con el virus.