Uno de los grandes temores con la llegada de los meses de frío, sobre todo a partir de la entrada del otoño, era qué pasaría cuando al coronavirus se le añadiera el virus de la gripe, que cada año afecta a miles de personas en todo el país. Sin embargo, de momento, los datos indican que no hay nada que temer porque se ha producido el efecto contrario y el número de contagiados por la gripe ha bajado en 53.000 menos con respecto a hace un año.

Los datos del último informe del Sistema de Vigilancia de Gripe del Instituto de Salud Carlos III (SVGE) señalan que se han registrado durante este último año marcado por la pandemia 471.423 casos, según el acumulado alcanzado hasta la semana 37 de este año 2020. Una cifra menor que los 525.012 contabilizados en la misma semana del año anterior, es decir un 10% menos.

De hecho, en las últimas semanas contabilizadas en el informe dentro de este 2020 no ha habido ningún caso de gripe detectado, de forma que se demuestra que la incidencia este año es muy inferior y que medidas como las mascarillas, la distancia social, el gel o el hecho de lavarnos las manos continuamente están surtiendo efecto para otros virus aparte del coronavirus.

Distribución por comunidades y medidas tomadas

Esta última semana se han registrado 69 casos del virus de la gripe, repartidos en los 40 de Canarias, 12 en Castilla y León, 11 en la Comunidad Valenciana, cinco en Murcia y uno en Cantabria.

Aunque hace poco, según datos del Centro Nacional de Epidemiología, se supo que la gripe era muchísimo menos letal y con una tasa de infección muy pequeña en comparación con la COVID-19, los procesos de vacunación no se van a detener. De hecho, en Madrid comenzará este miércoles 14 de octubre y hasta el 31 de enero de 2021 en teoría, un adelanto de fecha que se extenderá a todo el país como confirmó el Ministro de Sanidad, Salvador Illa, hace unos días.

El hecho de vacunarse es algo que ha recomendado también recientemente el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) en una guía sobre cómo combatir al virus de la gripe, con el objetivo de “evitar la coinfección y para aliviar la tensión del sistema sanitario”. No obstante, afirman que es poco probable contagiarse de ambos virus al mismo tiempo.