A finales de agosto, el CSIC (Centro Superior de Investigaciones Científicas) y Bioinicia, empresa vinculada a este organismo, lanzaron al mercado un producto innovador que se agotó a los diez días, aunque ya vuelve a estar disponible. Se trata de las mascarillas Palens PLNS1619, las primeras mascarillas con filtro de nanofibras. Son equivalentes a las FFP2, aunque aún no se pueden aún definir como tal. “La distinción entre una FFP2 y la anticovid-19 es que la primera ha sido analizada con todos los ensayos de la norma europea EN149 y la nuestra con la misma norma, pero abreviada para permitir la protección de la población frente a la COVID-19”, explicaba en Sinc el director del proyecto, José María Lagarón.

El científico concretó que se autorizó la certificación abreviada porque “durante la pandemia se colapsaron los organismos certificadores y no había material de protección; por tanto, la UE acordó poner en marcha una norma abreviada con los ensayos críticos de esta para acelerar y asegurar a la vez que se certificaban mascarillas eficientes frente al coronavirus”

¿Qué ventajas tienen?

Como todo lo nuevo, este innovador producto generó muchas dudas en las redes sociales, lo que llevó a Bioinicia a publicar un comunicado para tratar de resolverlas. En él enumera las diferentes ventajas que tienen sus mascarillas.

Entre los principales beneficios destaca su mayor tiempo de usabilidad. Hasta ahora, el uso de la mascarilla quirúrgica tradicional, la más conocida y usada, era de cuatro horas, con una eficacia de filtración del 65%, mientras que las FFP2 tradiciones no reutilizables (NR), tienen una duración de ocho horas. En cambio, las nuevas mascarillas del CSIC pueden durar hasta 48 horas, según detalla la propia empresa. Además, afirman que los ensayos internos demuestran que la eficiencia de filtración media se mantuvo por encima del 97%. Eso sí, esta durabilidad no se calcula llevándola puesta de forma ininterrumpida durante esas 48 horas, sino teniendo en cuenta que en ese tiempo se retiran para comer o dormir.

Otra ventaja de estas mascarillas es que cuentan con certificación de examen UE de tipo nº 0370-4080-PPE/B de protección frente a la COVID-19. Por tanto, se garantiza que cumple con los requisitos de la norma UNE-EN 149:2001 + A1:2009 en relación a la evaluación mascarillas autofiltrantes.

Por último, encontramos que el gramaje es 60 veces más fino que el material convencional. Esto quiere decir que son más finas y, por tanto, probablemente más cómodas. A pesar de ello, no pierden eficacia sobre otras más gruesas, gracias a que ofrecen una filtración mecánica, en lugar de electrostática.

¿Dónde se pueden comprar y cuánto cuestan?

Las nuevas mascarillas con protección nominal tipo FFP2 del CSIC se pueden adquirir a través de Bioinicia (proveil@bioinicia.com) o mediante un distribuidor online, OpenMarkt. Su precio para particulares es de 2,5 euros por mascarillas para compras de paquete completo, en el que vienen 50 unidades, aunque también se pueden comprar por 29,90€ en un pack de diez unidades.