El pasado viernes, las intensas lluvias que habían empeorado la calidad del agua en Barcelona llevaron al Ayuntamiento a prohibir el baño en las playas, en principio, hasta el lunes. Sin embargo, los nuevos análisis del sábado develaron que la calidad del agua había pasado de ‘mala’ a ‘regular’ y, en consecuencia, se permitió de nuevo el baño con bandera amarilla.

En un comunicado del viernes, Barcelona advirtió de la prohibición “porque, tal y como establece la Directiva 2006/7/CE, los resultados de los controles analíticos de las aguas de baño realizados por la Agencia de Salud Pública de Barcelona indican una calidad insuficiente del agua por valores alterados de bacterias” relacionándolo “con las lluvias de los últimos días”.

El sábado, la Agència Catalana de l'Aigua realizaba nuevos tests y debido a los resultados y a la ausencia de residuos flotantes, se levantó la prohibición. Un hecho que ha aliviado a muchos bañistas, ya que este fin de semana largo se esperaba un intenso calor, con temperaturas superiores a los 30 grados.

Quejas por la falta de información

La prohibición era anunciada a partir de la tarde del viernes por megafonía en las diez playas barcelonesas, sin embargo, no se informaba de la causa de esta. Esta falta de transparencia llevó a la queja de algunos usuarios, que no entendían por qué no se informaba de la mala calidad del agua, según informaba El Periódico de Catalunya.

El estado del agua de las playas barcelonesas está influido por los dos importantes ríos que delimitan la ciudad, el Besòs y el Llobregat. El baño en las playas de Barcelona fue posible desde que la provincia entró en fase 3, el pasado 18 de junio.