Países de todo el mundo investigan acerca de una posible vacuna o cura para frenar la pandemia del coronavirus. América es ahora el continente donde más casos se están produciendo diariamente, y requieren de un tratamiento efectivo cuanto antes.

En Bolivia, el pleno del Senado ha aprobado este martes la elaboración, comercialización y uso de la solución de dióxido de cloro para la prevención y el tratamiento del coronavirus de forma excepcional.

La producción de la solución de dióxido de cloro la realizarán laboratorios públicos y privados autorizados por el órgano rector competente, sabiendo que se deben cumplir las medidas de calidad, así como anotar la composición, las precauciones a seguir, la dosificación y los cuidados para consumir dicho producto

En cuanto a la comercialización, el producto estará disponible sin necesidad de receta médica en las farmacias, una vez y los gobiernos municipales garanticen su suministro en el sistema de salud público. Además, se deberán realizar campañas sobre el uso adecuado del producto.

Eva Copa, presidenta del Senado, señalaba antes de que se aprobase la norma, que debe existir una Ley que regule la producción y el comercio del dióxido de cloro para evitar la compra/venta en el mercado negro. Además, añadía que el consumo será voluntario.

La falsa cura del coronavirus

Días antes de que se aprobase el uso del dióxido de cloro para el tratamiento del coronavirus, varias fuentes desmantelaron el vídeo de Andreas Ludwig Kalcker, un supuesto investigador alemán que explicaba que la solución de dióxido de cloro -mezcla del MMS o clorito de sodio- podría ser la cura contra el coronavirus.

Sin embargo, desde la Organización Mundial de la Salud (OMS), han informado de que, hasta el momento, no hay ninguna vacuna o medicamento que sea capaz de prevenir o tratar la COVID-19. Y ni siquiera se está tratando en ninguna de las vacunas en evolución.

El peligro del clorito de sodio y del MMS

El clorito de sodio es un tipo de blanqueante que se utiliza en la industria papelera y textil, y transformado en el dióxido de cloro puede producir vómitos, náuseas, dolor abdominal, diarrea, intoxicaciones, fallo renal y alteraciones sanguíneas. Así pues, el Miracle Mineral Solution (MMS) o solución mineral milagrosa, resulta ser un producto tóxico y corrosivo que puede provocar daños renales en dosis altas. En el caso de aplicarse bajas dosis sería menos dañino, pero de igual manera su consumo puede ser peligroso.

La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios ya alertó en el año 2010 del peligro del MMS, explicando que: "Cuando se consume siguiendo las instrucciones citadas en esas páginas, produce efectos adversos que pueden ser graves".