El estado de alarma y sus restricciones ya son historia, y la nueva normalidad está vigente en la práctica totalidad del territorio nacional desde este lunes. Sin embargo, y hasta que se encuentre una vacuna, hay algunas medidas de seguridad que no cambian, y la principal es el uso obligatorio de la mascarilla siempre que no sea posible mantener la distancia social de 1,5 metros y como método más efectivo para luchar contra los contagios de coronavirus. Sin embargo, hay algunos supuestos en que este accesorio debe usarse y otros en que no.

El uso de la mascarilla es obligatorio en zonas como la vía pública, espacios al aire libre, espacios cerrados públicos o abiertos al público, transporte aéreo, marítimo, autobús o ferrocarril, y vehículos de hasta 9 plazas si sus ocupantes no son convivientes. Si no se respeta esto, las autoridades pueden sancionar a los que incumplan esta norma con una multa de hasta 100 euros.

Cuatro excepciones al uso obligatorio de la mascarilla

Por el contrario, hay cuatro casos en los que el uso de la mascarilla no es obligatorio. El primero es el de los niños menores de 6 años, aunque es recomendable su uso para los pequeños de entre 3 y 5 años. También están exentas las personas que tengan algún tipo de dificultad respiratoria que pueda verse agravada por el uso de la mascarilla, así como aquellos que lo tengan contraindicado por motivos de salud debidamente justificados.

Finalmente, el uso de este accesorio tampoco será obligatorio para las personas discapacitadas o dependientes con alteraciones de conducta que hagan inviable su detención, ni durante el desarrollo de actividades en las que, por su naturaleza, sea incompatible, como comer y beber.