Si el papel higiénico fue el producto más requerido nada más decretarse el estado de alarma, su lugar lo ocupa ahora la levadura. El motivo principal se debe a la apuesta común por la repostería como forma de ocio para llenar el tiempo libre en la cuarentena. Por ello, junto a la harina, ha desaparecido de la mayoría de estantes de los supermercados españoles.

La fiebre por hacer pan y bizcochos se ha instalado en los hogares gracias a la posibilidad de hacer recetas muy sencillas y sanas. Además, es una actividad muy atractiva y de entretenimiento para realizar con los niños.

El ministro de Agricultura, Luis Planas, indicó el pasado martes tras el Consejo de Ministros que las ventas de harina se han multiplicado por cuatro respecto a las cifras habituales. Por ello, muchos clientes han comenzado a quejarse por la escasez de estos productos, aunque cadenas como Mercadona han tenido que responder a las demandas de los usuarios tras recibir muchos mensajes en las redes sociales. 

Sustitutivos 

Debido a los problemas para encontrar la levadura, existen una serie de elementos sustitutivos. Por ejemplo, para hacer pan, se puede sustituir por una cucharada de bicarbonato de sodio. Otro sustituto clásico es la levadura en polvo, también conocido como 'polvo para hornear'. Sin olvidar tampoco los huevos o sus claras en algunas recetas de repostería.