Saltaban las alarmas el pasado viernes en Bruselas, Bélgica. Un gato llegaba a una clínica veterinaria con síntomas de coronavirus -diarrea y problemas respiratorios- por la convivencia con su dueño, que sí tenía el virus. Se trata de un caso aislado del SARS-CoV-2 en el que "el tipo de infección es del hombre al animal y no del animal al hombre", tal y como apuntaba el Servicio Federal de Salud belga.

Emmanuel André, virólogo y portavoz interfederal belga contra el coronavirus, señalaba que se trata de un caso que no hará peligrar la vida del resto de personas: "Nuestros colegas de la facultad de veterinaria de Lieja han podido constatar que un gato de una persona que estaba infectada por el COVID-19 había sido infectado por su dueño y ha desarrollado síntomas y una infección confirmada".

Desde el Servicio Federal de Salud han señalado también que el trato del dueño con el animal debe ser cercano y cotidiano.

Otra de las personas que salió ante los medios fue Steven Van Gucht, jefe de enfermedades virales del Instituto de Salud de Bélgica: "Ha sido un caso aislado, no es la norma. Pero las autoridades han decidido de adoptar una serie de precauciones (de higiene) para las personas que están infectadas y que tengan un animal de compañía. A día de hoy no hay razón para pensar que los animales puedan ser vector de transmisión de la epidemia en nuestra sociedad"

Casos de coronavirus en Bélgica

En cuanto a los casos de coronavirus, Bélgica actualizó ayer el número de contagios, el cual asciende hasta los 11.899, con un total de 513 personas fallecidas a causa de esta pandemia.

El Consejo Nacional de Seguridad de Bélgica analiza ya si es necesario reforzar las medidas que se están tomando en la lucha contra el coronavirus. Con la plobación confinada en sus casa y los comercios cerrados, hasta el viernes se podía incluso salir para hacer deporte.