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COVID-19

Fumar o vapear como factor de contagio: desaconsejan hacerlo en terrazas y espacios públicos

la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) advierte de que la combinación de fumar en lugares públicos y el uso de mascarillas puede aumentar el riesgo de contagio de la COVID-19.

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Nathalia Aguilar EFE

A estas alturas, resulta evidente que el consumo de tabaco empeora el curso de las enfermedades respiratorias y, en el caso de la COVID-19, existen estudios que demuestran una peor evolución de la enfermedad en pacientes fumadores. No en vano, fumar conlleva un riesgo mayor (un 133%) de desarrollar una forma grave de los síntomas en relación a personas no fumadoras.

Actualmente, las revisiones sobre la relación de fumar y la progresión del COVID-19 concluyen, basándose en la evidencia actual, que fumar se asocia con la progresión negativa y los resultados adversos de la COVID-19. Asimismo, la Organización Mundial de la Salud, ha publicado que resulta probable que los fumadores sean más vulnerables a la infección causada por el coronavirus, como consecuencia de la manipulación de los cigarrillos y el contacto de estos con los labios.

Y en este sentido, también adquiere relevancia la postura que comparte la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), que reúne a más de 4.500 profesionales de la salud respiratoria, que recomienda no fumar en las terrazas y espacios públicos durante el período de desescalada porque considera que “son espacios en los que el riesgo de contagio aumenta tanto para los fumadores como para las personas del entorno”.

Al fumar y exhalar el humo, ya sea tabaco convencional o dispositivos electrónicos, se expulsan diminutas gotitas respiratorias que pueden contener carga viral y ser altamente contagiosa, pero además al fumar es inevitable llevarse la mano a la boca o a la nariz o a la cara, lo cual facilita la entrada del virus en el aparato respiratorio. Y añadimos además un nuevo factor de riesgo, ya que con el uso obligatorio de mascarillas que rige en el momento actual, el sujeto cuando realiza el acto de fumar debe quitársela y ponérsela lo cual aumenta el riesgo de manipulación de la mascarilla y, en consecuencia, el riesgo de contagiarla,” explica el Dr. Carlos A. Jiménez-Ruiz, neumólogo y Presidente de SEPAR.

Las gotitas de Flügge

Las gotitas respiratorias, también llamadas gotitas de Flügge, son partículas diminutas, invisibles al ojo humano, expelidas al hablar, toser, estornudar o respirar, que pueden transportar gérmenes infecciosos de un individuo a otro. Estas partículas pueden permanecer hasta 30 minutos en el aire en suspensión y alcanzan hasta los dos metros de distancia, lo cual les permite ingresar en las vías respiratorias de las personas del entorno y contaminar superficies donde pueden permanecer durante horas en función del tipo de material.

“La evidencia científica ya nos ha demostrado que el coronavirus se transfiere entre personas a través de las gotitas de Flügge y por vías de contacto con superficies por lo que nuestra recomendación ahora más que nunca es no fumar”, concluye por su parte el Dr. Signes-Costa, coordinador del Área de tabaquismo de SEPAR.