La situación generada por el coronavirus provocó en los primeros días de la crisis, sobre todo en los días previos y momentos posteriores a la declaración del estado de alarma, una verdadera psicosis de aprovisionamiento a pesar de que el Gobierno, y las principales cadenas de alimentación, garantizaron el abastecimiento por activa y por pasiva.

Pero el miedo, que se expande a una velocidad meteórica, hizo que los ciudadanos corrieran a hacer la denomindada ‘compra búnker’, tiene como objetivo neutralizar el miedo y garantizar los víveres durante un periodo de aislamiento en casa. Así, productos básicos como el aceite, arroz, pasta o leche, y otros como el papel higiénico, que ha generado inummerables chascarrillos en las redes sociales, centraron las preocupaciones de los españoles.

Pero lo cierto es que una vez iniciada la segunda semana de confinamiento, que se prolongará hasta mediados de abril, los consumidores han moderado su cesta de la compra según el análisis compartido por Gelt, que recoge una menor adquisición de aceite, preparados y papel higiénico, un mantenimiento en la compra de productos de limpieza y el ascenso imparable del aprovisionamiento de cerveza.

"Tras unas primeras compras más motivadas por el miedo como reacción al confinamiento, ahora los ciudadanos hemos asumido y desdramatizado este hecho y empezamos a gestionar nuestro consumo de forma más racional. El acopio no tiene sentido con el abastecimiento garantizado y los ciudadanos van a ir normalizando su consumo", destaca el consejero delegado y confudador de Gelt, Carlos Prieto.