LA RUTA DE LA VUELTA
La Banda de la Covatilla
La Banda de la Covatilla fue denominada así por Perdiguero en las columnas que escribía en AS en aquella época. Perdi era el líder del grupo, junto a Aitor, Santos y Lobato.
La Covatilla se estrenó en la Vuelta a España en 2002 con el triunfo de un ciclista de la tierra, Santi Blanco, pero el foco no lo acaparó él, sino la extraña subida de Martín Perdiguero, entonces en el Acqua & Sapone, que trabajó junto a sus compañeros Rubén Lobato y Santos González para Roberto Heras.
Aquella actitud de Perdiguero se tradujo como una traición a su amigo Aitor González, que pujaba por la Vuelta con Heras. La jugada fue mucho más sibilina, porque la acción también buscaba confirmar a Aitor como líder del Kelme por encima de Óscar Sevilla. El equipo apoyaba oficialmente a Sevilla frente a Aitor, quien corrió por libre en varios lances, como el día que se dejó caer el pinganillo en Ubrique.
Aquellos sucesos fueron el embrión de La Banda de la Covatilla, denominada así por Perdiguero en las columnas que escribía en AS en aquella época. Perdi era el líder del grupo, junto a Aitor, Santos y Lobato. También estuvieron en ese entorno otros ciclistas de la grupeta de San Sebastián de los Reyes.
Su filosofía era que la dureza del ciclismo no estaba reñida con el buen humor. Ellos fueron los impulsores de un desnudo publicado en 2003 por Interviú durante la Vuelta. Ahí se pudo comprobar su segundo sobrenombre, la banda de la toalla, que tenía por objetivo cubrir con moreno de playa las marcas que dejan el culotte y el maillot.
En 2006, camino de la tercera ascensión a la cima de Béjar, Perdiguero se retiró en el avituallamiento, en protesta, dijo, por la persecución al ciclismo y la hipocresía alrededor del dopaje. Era el año que su amigo Floyd Landis había dado positivo en el Tour. No corrió más. Fue su simbólico adiós en La Covatilla.