VUELTA A ESPAÑA

Una Vuelta contra el virus

La ronda española da comienzo este martes con una vibrante etapa en Arrate y el objetivo de llegar a Madrid sin incidentes, el gran reto en medio de la pandemia.

Irun
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Una Vuelta contra el virus
JESUS RUBIO DIARIO AS

La Vuelta 2020 celebra su 75ª edición desde este martes en una de las situaciones y fechas más atípicas de su historia. La pandemia que ha cancelado tantas carreras y castiga a otras como el Giro de Italia, es la gran preocupación de la organización, que ha preparado una auténtica batalla contra el virus, aunque eso le haya costado un protocolo sanitario estricto, renunciar a todas las acciones que pretendían acercar la carrera al público e incluso pedir a la afición que en esta edición se quede en casa para verlo por la televisión. El gran objetivo en esta ocasión trasciende lo deportivo: llegar el 8 de noviembre a Madrid sin mayores incidentes.

El lunes, los resultados de los primeros 498 test de los integrantes de la burbuja de competición (los equipos) arrojaron resultados negativos para todos los ciclistas, y dos positivos entre el staff de Bahrain y Sunweb, inmediatamente apartados para no contaminar el círculo de seguridad. "No sé si lograremos llegar a Madrid, espero que sí, estoy viendo protocolos más estrictos que en el Tour. Confiamos en que La Vuelta y en nuestro equipo pongan todas las medidas", asegura Primoz Roglic, defensor del título, que junto a Tom Dumoulin liderará al Jumbo, que ha alineado una formación de altísimo nivel para intentar volver a llevarse la carrera. Encabezan una participación que, una vez más, está a la altura, con Froome y Carapaz en el Ineos, el Movistar con su tridente (Valverde, Mas y Soler), Pinot, Chaves...

La idea es que el único protagonista sea el espectáculo desde el primer día, y habrá terreno para ello. Los aplazamientos de la salida de Países Bajos dejó una de las primeras semanas más duras que se recuerdan, con el inicio de hoy en Arrate, donde a priori se desatará la batalla con el primer maillot rojo en juego. La etapa de Navarra, que podrá celebrarse a pesar del cierre por el virus, el descubrimiento de la Laguna Negra y el fin de semana aragonés con Tourmalet incluido hacen que se desee estar pendiente sólo de quién duerme de rojo en el primer día de descanso, y no en el examen que supondrán los PCR previstos a todo el pelotón.

Culpa de la pandemia también será que la climatología pueda ser otra protagonista, tras provocar el cambio de fechas al otoño. "Qué raro hacer una maleta para La Vuelta con abrigos, guantes...", apuntó con gracia Esteban Chaves en la previa. Todo es atípico en esta Vuelta en la que todos los ciclistas, más que nunca, tendrán un objetivo común: que el ciclismo derrote al virus.