VUELTA AL PAÍS VASCO

Schachmann logra el triplete y es candidato a ganar la txapela

Jornada infernal con lluvia y granizo, de nuevo con caídas y resolución al sprint entre cuatro ciclistas. A partir de mañana, con Arrate y Eibar, todo cambiará en la Vuelta al País Vasco.

Arrigorriaga
Luis TejidoEFE

Schachmann está imparable. Contra el reloj, subiendo, bajando, esprintando, bajo el granizo... en todas las condiciones se ha impuesto y no ha mostrado fisuras. Tiene casi todos los maillots, se le ha escapado el de la montaña de Bravo. En otra jornada accidentada, el corredor alemán se ha apuntado el tercer triunfo en cuatro días (de nuevo diez segundos de premio por la bonificación) en esta edición de la Vuelta al País Vasco y ya maneja 51 segundos de ventaja en la general sobre su compañero de equipo Konrad y 52 sobre un Ion Izagirre al que dejó a 9''' en meta. Todos le ven con ojos de respeto; eso sí, a partir de mañana se inicia una nueva Itzulia, con la llegada a Arrate y, el sábado, a Eibar. Al manos no hay previsión de lluvia. Mitchelton está ansioso por imponer su jerarquía y el Astana no ha dicho su última palabra (Fulgsang) y el Movistar tendrá que mover el arbolito tarde o temprano.

La etapa de Vitoria a Arrigorriaga (con el txuri-.urdin Illarramendi como espectador de lujo en la llegada)  realizó una elección con un manto de agua. antes decidió no salir Alaphilippe, por las heridas de guerra del día anterior, y se fue para Bélgica. Se decantó por  eliminación. La jornada fue infernal, con lluvia, granizo, frío y de nuevo varias caídas. Una de ellas tachó a Pello Bilbao, una opción local. La fuga buena parecía formada con nombres notables como Verona, Williams, Monfort, Grmay, De Marchi, Storer e Iturria. En la subida a Bikotz Gane fue cayendo gota a gota parte de ese racimo, empezando por Storer e Iturria. De Marchi y Verona, dos acreditados ciclistas, tensaron la cadena. Por detrás se iba organizando la caza, con Movistar muy atento y el Mitchelton afilando el grupo. Edet saltaba y hacía de puente pero le neutralizan pronto. El colombiano Betancur también dio un arreón importante. Tras el sprint de Orozco, trataron de buscar la épica Albasini y Carthy, por delante de un grupo de algo más de medio centenar de unidades, pero pronto arrojaron la toalla.

El asfalto estaba muy cargado de agua y quedaban dos descensos peligrosos, de Zaratamo a meta y, este más desconocido, un escalón de unos 700 metros en la subida a este municipio vizcaíno cuna de buenos pelotaris. A 13 kilómetros para finalizar el pelotón echó abajo la aventura de Verona y De Marchi. Empezaba una nueva película. Antes de la última subida, Lutsenko entró muy pasado en una curva, sacó la pierna derecha como un motociclista de GP para equilibrarse y se fue al suelo. También se cayeron, un poco más atrás tras tocar el freno, Serry, Honore y un Pello Bilbao (séptimo en la general, a 54 segundos) que se golpeó contra la base de una farola.  En la subida a Zaratamo, Yates atacó con todo el convencimiento y respondió el propio Schachmann, al que siguieron Pogacar, que se cayó a nueve kilómetros de meta pero pudo reenganchar arriba, y Fulgsang. Iban al límite y Omar Fraile no aguantó. El joven esloveno del Emirates se lanzó a tumba abierta bajando y se desgastó demasiado con Yates. Puso al límite al líder en el mano a mano, pero este supo aguantar y en el último instante se anudó al triunfo.

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