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VUELTA A ESPAÑA

Jesús Herrada se viste de rojo

El Movistar rehusó hacerle el trabajo al Mitchelton por segundo día consecutivo y el manchego del Cofidis se puso de lider con 3:22. Ganó el francés Geniez.

Jesús Herrada se viste de rojo
La Vuelta

El Movistar rehusó suplir el trabajo del Mitchelton por segundo día consecutivo. Sí se asomó a la cabeza, pero no lo hizo con el mismo ahínco del miércoles, cuando evitó que un peligroso gallo, Thibaut Pinot, se enfundara el maillot rojo de Simon Yates. Las consecuencias fueron las esperadas. El equipo australiano no tiró con la intensidad apropiada, la fuga acumuló ventaja hasta superar los 11 minutos y la Vuelta a España 2018 tiene nuevo líder: Jesús Herrada, manchego de Mota del Cuervo, de 28 años, doble campeón de España en 2013 y 2017, recientemente cuarto en el Europeo y vigente corredor del Cofidis. Un buen ciclista. Ya veremos si algún aspirante no se arrepiente de su juego de póquer.

Jesús Herrada partió de Mondoñedo desde la 22ª plaza, a 5:45 minutos de Yates. La escapada estaba cantada, como corresponde a estos terrenos de toboganes gallegos, tan difíciles de lidiar para un pelotón. Evidentemente, el manchego lo sabía. Y quería jugar sus bazas por el triunfo de etapa, nunca por el liderato. El regalo se lo encontró por el camino y lo aceptó gustoso: el maillot rojo, con 3:22 de renta. Hasta que no faltaban 50 kilómetros, el Movistar no dio un paso al frente. Pero no pisó con la fuerza y la convicción que el día previo. Al fin y al cabo, Herrada ha corrido siete temporadas en sus filas. Es amigo. Y, en teoría, no debería permanecer de rojo después del tríptico astur-leonés, que arranca este viernes en La Camperona. En teoría...

A esta aventura se apuntó un invitado excepcional, un ganador de la Vuelta, el Giro y el Tour. Ahí estaba Vincenzo Nibali, el Tiburón, que llegó a la carrera convaleciente de una fractura de vértebra que se produjo en la ronda francesa. El italiano arrancó con un golpe de pedalada que le permitiera pujar por la general, pero sí con la ilusión de ir acumulando kilómetros y de ir cogiendo ritmo para el futuro Mundial de Innsbruck. De paso, Nibali quiere dejar alguna dentellada en el palmarés de la Vuelta. Cada vez está más cerca.

Alexandre Geniez remató la escapada del día con una victoria en Estaca de Bares sobre Dylan Van Baarle.
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Alexandre Geniez remató la escapada del día con una victoria en Estaca de Bares sobre Dylan Van Baarle.AFP

La fuga también albergó al único gallego del pelotón de la Vuelta: Pablo Torres Muiño, un coruñés de Cambre, de 30 años. Torres tenía marcada esta fecha desde la salida de Málaga. Y cumplió su palabra. El Burgos-BH prolonga así su belicosa actuación, igual que Mikel Bizkarra, del Euskadi-Murias, escapado durante dos días consecutivos. Antes de comenzar la Vuelta había dudas sobre la actuación de estos dos equipos debutantes. Ya están todas despejadas. El Caja Rural, con Jonathan Lastra y Lluís Mas, aportó los dos españoles restantes. En total: cinco.

Ninguno de ellos pudo entrar en el grupo definitivo que se jugó la victoria. A falta de 20 kilómetros se formó un corte con ocho corredores, buenos rastreadores de esos momentos en los que las etapas se transforman en clásicas. Herrada no sólo perdió así una oportunidad de luchar por el triunfo, sino también la posibilidad de haber aumentado su ventaja en 2:32 minutos más.

Herrada cambió en el podio el maillot rojo del Cofidis por el maillot rojo de líder. Y compartió la gloria de la jornada con Alexandre Geniez, vencedor en Estaca de Bares, el punto más septentrional de la Península Ibérica. Este francés de 30 años, actualmente en el Ag2r, le tiene tomado el pulso a la Vuelta, donde ya había ganado dos etapas en Ézaro 2016 y Peyragudes 2013. Después del triplete de Alessandro de Marchi, hubo un nuevo triplete de otro 'Alejandro': Geniez. La Vuelta engancha. Quien la prueba, repite.