Josep Betalú, titán imparable: hat-trick en el desierto

No hay quien pare a Betalú (24:02:21), que sigue escribiendo con letras de oro su historia en la Titan Desert. Desde la primera mayúscula al último punto, fue dictando a su antojo el inicio, el nudo y el desenlace de una edición, la de 2018, que ya luce en su palmarés junto a las de 2016 y 2017. Hasta ahora, sólo Roberto Heras, cuatro títulos, se había impuesto tres años seguidos. Vista la superioridad de Betalú, lo mismo en los tramos de montaña que en los pedregosos o que en las dunas, su trilogía presenta visos de saga interminable.

Nadie le ha podido, nadie le ha tosido: para él fue la primera etapa, en las barbas del mismísimo Cadel Evans; en la segunda apagó el incendio de Guillem Muñoz; en la tercera dio el palo a sus rivales y la gloria a Gili; en la cuarta, mientras vigilaba al resto, acabó metiéndole el miedo en el cuerpo a un heroico Selu; en la quinta sentenció la victoria; y en la sexta (Merzouga-Maadid, 79 kilómetros), en otro gesto que le honra, le cedió el triunfo en la llegada a Ramón Sagués (02:58:06), dejando pasar la posibilidad de cruzar la meta primero, con honores de campeón.

Fue a la conclusión de una jornada en la que inició su avanzadilla con Sagués poco antes de la segunda estación de hidratación (kilómetro 40). Desde el principio hubo entendimiento, lo que posibilitó mantener unos márgenes que no hicieran peligrar el triunfo de etapa. Detrás de ellos llegaron Selu, Bou y Muñoz, resultando el más feliz del trío Bou, que le recuperó a Zubero el segundo que necesitaba para acompañar en el podio de la general (+19:31) a Betalú y a Sagués (+19:05).

Ramona, campeona desde el primer día

La última etapa fue la de las sorpresas en categoría femenina, con Mayalen Noriega (03:38:57) primera y Veerle Cleiren (03:46:01) segunda. Luego pasaron, nuevamente juntas, Ramona Gabriel (03:47:16), campeona (28:33:02) gracias a su magnífica gestión de la renta que obtuvo el primer día, 4:28, y Anna Ramírez (03:47:16), segunda de la general (+4:27). Cerró el podio Cleiren (+54:06). Quien crea en las supersticiones, pensará ahora que no ha sido casualidad que se cumplieran los pronósticos: año par, como en 2016, año de Ramona. Habrá que apostar por Anna, vencedora en 2015 y 2017, para 2019.

Las reacciones de Betalú y Gabriel

Josep Betalú, tricampeón de la Titan Desert, valoró su última conquista ante la prensa.

Historia: "Lo hemos pasado realmente bien, ha salido una carrera muy redonda. La he estudiado muy bien, la he gestionado muy bien y al final todo ha salido perfecto".

La más especial de las tres: "La más especial es la primera, que es la que cuesta más. Luego no tienes tanta presión, al menos yo. Es una carrera a la que, por lo que sea, me adapto muy muy bien. Me siento muy a gusto".

Victoria rotunda: "Era una opción. Yo sé cómo estaba: llegaba mejor que nunca, así que ponerme líder el primer día era una opción, también algo arriesgado porque desgasta más al equipo".

Análisis: "Ayer fue el día en el que ya me sentí ganador, aunque nunca sabes porque pueden pasar muchas cosas; por suerte tenía al equipo muy mentalizado. Ayer también guardé muchas fuerzas esperando al grupo que venía por detrás, en el que estaban mis rivales, que creo que se desgastaron más que yo".

Alianzas: "Vas cogiendo alianzas de gente que sabes que te conviene o que no. Por suerte he encontrado a gente que tenía ganas de luchar. Tú les ayudas a ellos y luego ellos a ti. Es muy importante porque cuando se tensa la carrera los gregarios ya no están. Si tienes amigos, en un mal día te ayudan sin decir nada. Tengo muchos amigos, y muchos que lo serán".

Ramona Gabriel: "No sé qué tiene de especial la Titan..."

Ramona Gabriel, primera en la categoría femenina, valoró su triunfo para los medios.

Años pares, talismanes: "Eso decían antes de empezar y sí, se ha cumplido".

La primera etapa, clave: "El poder abrir esos minutos el primer día me dio margen para poder regular con esa diferencia. Era poco margen con Anna, que tiene un equipo muy estructurado, que navega muy bien, y tenía que tenerlo todo muy controlado y que las fuerzas me fueran muy bien".

Rivales y amigas: "El año pasado ya coincidimos mucho en etapas y hubo un fair play impresionante. Y este año hemos vuelto a coincidir y no es que no hayamos disputado las etapas por llegar juntas, ni mucho menos; se ha intentado muchas veces poner un ritmo alto, luego también había tramos de relajación y, aunque luego llegábamos como amigas, la rivalidad había estado en la etapa, durante muchos kilómetros".

Sentimiento Titan: "No sé qué tiene de especial desde la primera que corrí, en 2016... No sé si es el desierto, que me apasiona. Me gustan más las etapas de montaña. En las etapas en llano, tener la infraestructura de un equipo que te pueda ayudar es importantísimo, pero en mi caso no tengo esta infraestructura, así que poder sacar diferencias en montaña, donde eres tú el que subes... Ahí puedo recortar tiempo".

Etapas de navegación: "Si tienes más margen de tiempo, me atrevería, pero en esta edición me pegué a Anna porque era mi rival y así estaba más tranquila".