Battaglin reinó en la caótica cronoescalada de Sierra Nevada
Aquel segundo sector de la octava etapa de la Vuelta de 1981 estuvo a punto de no celebrarse por un atasco monumental en la salida de Granada.As adelanta el recorrido de la Vuelta a España 2018
Giovanni Battaglin (22-7-1951, Marostica) había tenido una prometedora irrupción en el ciclismo cuando a los 21 años terminó tercero el Giro de Italia, tras Eddy Merckx y Felice Gimondi, que no pudo confirmar hasta que eclosionó en un mágico 1981, ya con la edad de 30. Esa temporada redondeó el doblete Vuelta-Giro, con sólo tres días de separación entre el final de la ronda española y el comienzo de la italiana.
La Vuelta a España tuvo poca historia. Battaglin dio el estacazo a sus rivales en los 30,5 kilómetros de la cronoescalada de Sierra Nevada, y luego se dedicó a rentabilizar su ventaja y a guardar fuerzas para el Giro.
Sin embargo, aquel segundo sector de la octava etapa estuvo a punto de no celebrarse por el caos organizativo de la salida de Granada. El tráfico no se cortó a tiempo y se montó un atasco monumental, que impedía a los equipos llegar a la partida. Los ciclistas tampoco cabían y avanzaban con las bicis levantadas sobre sus cabezas. La carrera pudo arrancar, con diez minutos de retraso, gracias a Rafa Carrasco, director del Kelme, que propuso que detrás de cada corredor salieran quince o veinte coches. Aun así, muchos compitieron sin vehículos de apoyo ni ruedas de repuesto. Y en la cima de Sierra Nevada, sin auxiliares, carecieron de abrigo. Durante la crono hubo niebla y lluvia. Las tiritonas de los corredores inundaron la meta. Aquel 29 de abril, a 2.100 metros hacía un frío de mil demonios.