DeAndre Jordan, a los Lakers
Los Nets enviaron a DeAndre Jordan a los Pistons, que acordaron un buyout con el pívot, que llega a los Lakers. El futuro de Marc Gasol, en el aire.
Los Lakers siguen sumando. Con la plantilla casi completa, un nuevo pívot ha llegado a la franquicia angelina: se trata de DeAndre Jordan, que fue enviado de Nets a Pistons la pasada madrugada. El center llegó a un acuerdo con el equipo de Detroit para un buyout y ha firmado por los Lakers un contrato de un año y 2,6 millones de dólares. Fortaleza interior para un baloncestista que ya pasó por Los Angeles, aunque en los Clippers, donde disfrutó de los mejores años de su carrera, compartiendo equipo con Chris Paul y Blake Griffin y desarrollando todas sus cualidades a las órdenes de un entrenador como Doc Rivers.
Con este fichaje, llega un perfil similar (aunque peor, obviamente) al de Dwight Howard: físico, rebote, defensa, tapones... Mucho sacrificio y un carácter que se adapta a otras grandes estrellas, como ya se ha visto en el pasado, ya sea con los mencionados Clippers o hace una temporada, con los Nets. También se añade otro veterano a la ristra de los Lakers, que cuentan con una plantilla envejecida este curso. En el caso de Jordan, llega un jugador de 33 años.
Jordan promedió 7,5 puntos y 7,5 rebotes el curso pasado, con los ets, aunque su protagonismo se fue reduciendo paulatinamente a medida que avanzaba la temporada y desapareció en playoffs, donde no disputó ni un minuto. Con su llegada, Frank Vogel consigue dos pívot de características físicas poderosas, al igual que en la 2019-20, donde contaba con JaVale McGee y el propio Howard. Una temporada que, recordemos, acabó en anillo.
Con la llegada de Jordan aparecen los problemas para Marc Gasol. El futuro del pívot español es incierto y el hueco para él en la plantilla se reduce con la llegada de un jugador con el que comparte posición. Marc no estaba contento con su papel el año pasado (algo que dejó muy claro a la prensa), cuando perdió la titularidad en favor de Andre Drummond. Una situación que ha empeorado por el crecimiento de la competencia y que no parece que vaya a cambiar. ¿Saldrá de los Lakers? De momento, no hay pistas sobre su futuro. El resto, ya lo veremos.