Dentro de poco se cumplirá un año del estreno de The Last Dance , el documental de la ESPN que repasaba la carrera de Michael Jordan y que fue todo un éxito de público. Además de sus puntos fuertes, esta serie documental de diez capítulos tuvo como aliada a la pandemia. Su estreno coincidió con la reciente suspensión de la temporada NBA (y de todo el deporte), por lo que vino a cubrir un espacio que había quedado vacío para el espectador.
El protagista absoluto de The Last Dance es Michael Jordan, pero a su alrededor hay unos cuantos secundarios que tienen una importancia crucial en la historia. Muchos de ellos son compañeros suyos, pero también hay rivales que marcan el desarrollo de la historia. Entre ellos, pocos como los Detroit Pistons de finales de los 80 y principios de los 90. Los famosos Bad Boys que ganaron dos temporadas seguidas la NBA (1989 y 1990) y que hicieron la vida imposible a Jordan en sus primeras tentativas serias en playoffs . Este documental, así como otro de 2014 (Bad Boys 30 for 30 ), ha dado notoriedad en los últimos años a aquel equipo , un grupo que no siempre ha sido recordado por el gran público. Sobre esta cuestión le preguntaron a Rick Mahorn, mítico ala-pívot de aquellos Pistons, y el exjugador aprovechó para pegarle un palo a Jordan:
"Sí que creo que estos documentales han puesto en valor la figura de aquel equipo más de lo que estaba la pasada década. No me malinterpretes, no vi el documental de Jordan porque no me importa un carajo lo que hizo Jordan. Le pateamos el culo, eso es todo lo que importa. Pero es un respeto hacia nosotros. No vi el '30 por 30' hasta este año porque era algo de lo que pensaba 'ya sé todo eso'. Pero aprendes sobre los jugadores que te rodean. Nos mantiene en contacto. Es bueno conseguir eso. Nunca fuimos reconocidos como uno de los mejores equipos de la liga, siempre fueron los Celtics, los Lakers y luego fue Chicago. Te saltas a dos equipos que ganaron consecutivamente como los Pistons y también los Rockets. Tienes que darles a estos equipos lo que les corresponde, porque estamos en la historia. No pasó de los Lakers a Chicago y esto siempre fue un problema. La cosa es que me alegro de que finalmente estemos recibiendo el respeto y la NBA nos lo está dando".
Uno de los capítulos más famosos de aquella rivalidad fue cuando por fin los Bulls consiguieron derrotar a los Pistons en la final de conferencia de 1991. La reacción de los jugadores de Detroit nada más ser eleiminados, marchándose de la cancha sin dar la mano a sus rivales, fue muy comentada y también tuvo su parte de protaginismo en The Last Dance . Aunque Mahorn ya no pertenecía a la plantilla, sí que justifica aquella reacción:
"Cuando los Pistons perdieron yo no estaba aquí, pero tampoco les habría dado la mano. Es baloncesto... ¡Vamos hombre! 'Gracias por patearme el trasero, tengo que seguir adelante'. ¡Hombre, por favor! 'Me marcho. Nos ganaste y se ha terminado".
Seguidamente a esta respuesta le recuerdan las palabras de Isiah Thomas, quien sí aparece en el documental, diciendo que había que tener en cuenta desde dónde se contaba la historia . Y Mahorn tiene una explicación para la escena del no saludo:
"Esto pasa cuando la gente no se fija en las pequeñas cosas. Por la forma en que se construyó el Palace de Auburn Hills, nuestro banquillo era el más alejado del vestuario. No en todos los lugares puedes pasar por delante del banquillo rival para volver al vestuario. Cuando te fijas en estas pequeñas cosa... Si nuestro vestuario estuviera aquí a la derecha, nadie hubiera pasado por allí. 'Ah, eso es una falta de respeto'. Pues no, no fue una falta de respeto. Fue construido de manera diferente. Ahora ves que cuando el equipo pierde, sale por la izquierda, el otro sale por la derecha... Lo que saco del documental es que es lo que es, viniendo de dónde viene. Promueven lo que quieren promover. Nosotros fuimos buenos, fuimos campeones y nunca nos quitarán eso ".
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