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NBA | CLIPPERS 113 - SPURS 116

Los Clippers patinan a pesar del mejor Kawhi de la temporada

Kawhi, enmascarado, se fue a 30 puntos y 10 asistencias, pero falló el triple que hubiera forzado la prórroga. Los Spurs conquistan Los Angeles con 8 triples de Patty Mills.

Kawhi Leonard, enmascarado, durante el partido de la NBA que ha enfrentado a Los Angeles Clippers y San Antonio Spurs
Gary A. VasquezUSA TODAY Sports

Hemos tenido que tener paciencia para ver un partido bueno de Kawhi Leonard esta temporada. Al menos, en lo que se refiere al nivel que se le supone y que ha mostrado en algunas partes de su carrera, de forma intermitente por las lesiones y los bajones puntuales, pero también fulgurante por lo explosivo y extraordinario que ha sido. Tras un inicio de temporada dubitativo y un último encuentro que rozó el ridículo (4 de 21 en tiros de campo), la estrella angelina aprovechó la ausencia de Paul George (descanso o load managment, como quiera llamarse) para irse a 30 puntos y 10 asistencias, esta vez con buenos porcentajes en el lanzamiento (13 de 22), pero un notorio hundimiento en el último cuarto, en el que apenas lanzó tres veces con una sola canasta y ningún tiro libre intentado. Ahí le echó de menos su equipo, al igual que en el triple que erró para forzar la prórroga. Porque los Clippers perdieron en casa ante los Spurs en uno de esos partidos de resultado inesperado (otro más) que ha habido en un inicio de temporada que se va recuperando pero que ha tenido altas dosis de tedio y de sorpresas, fruto sobre todo del poco interés mostrado (aparentemente) en determinados encuentros.

No ha sido este el caso, ya que ha servido para aclarar algunas ideas. La primera, que ya sabíamos, es que si Kawhi consigue estirar su momento de esplendor dentro de los partidos los Clippers tienen cuerda para rato. En esta ocasión lo consiguió durante tres cuartos, pero le faltó el último empujón para resolver un partido que jugó con máscara (una un poco rara, todo hay que decirlo), el cuarto seguido tras recibir un golpe de su compañero Serge Ibaka en la cara, algo que le ha dejado tocado y sin hablar con la prensa. Un problema menor para un hombre parco en palabras. Lo segundo que ha quedado claro es que a los Clippers les falta consistencia grupal, algo de química y una motivación extra para convertirse en una entidad que, ahora mismo, se está conociendo, con un buen medidor de egos como Tyronn Lue en el banquillo y mucha psicología que incluso supera la táctica. Otra cosa que hemos visto es que Nicolás Batum está extrañamente bien, algo muy positivo para una plantilla que ha recibido con los brazos la calidad del francés. Y la última (aunque podríamos sacar más) es que los Spurs van a dar guerra hasta la extenuación. Como siempre, vaya.

Los texanos sacaron una victoria tan inopinada como merecida ante uno de los favoritos para hacerse con el título. Ha sido la mejor manera de salir de una racha de cuatro derrotas consecutivas para un equipo que aspira, como máximo, a unos playoffs de los que se bajaron el año pasado por primera vez en 22 años, poniendo fin a una era inabarcable personificada por un ser eterno, Gregg Popovich, el entrenador que más tiempo lleva en la competición (desde mitad de la 1996-97) y que se mantendrá en ella, a priori, toda esta temporada. Ya veremos qué pasa después de los Juegos Olímpicos de Tokio, donde será el entrenador. Con un equipo justo en cuanto a talento y una rotación corta, los Spurs ganaron sus dos primeros partidos de la temporada y entraron en una mala racha potenciada por dos enfrentamientos contra unos Lakers intratables. Y ahora, buscan de nuevo la resurrección en un Oeste en el que hay hasta 13 equipos con opciones reales de playoffs. Y sí, los Spurs tienen menos que el resto en muchas cosas... pero tienen más experiencia. Y la experiencia, ya se sabe, es un grado.

Lo cierto es que los texanos se merecieron ganar un partido que dominaban por 19 puntos al descanso (44-63). El extraordinario parcial del tercer cuarto para los locales (40-22) les metió en el partido, pero los Spurs consiguieron sobreponerse y consiguieron una ventaja de 14 puntos (99-113), con menos de cinco minutos para el final, espoleados por los triples de Patty Mills (8 de 12 y 27 puntos totales) y el buen hacer de Dejounte Murray (21+5+5), que está cuajando un excelente inicio de temporada (promedia 15,9+6,6+5,7) y está supliendo a la perfección a un LaMarcus Aldrige al que cada vez le cuesta más (14 puntos) y un DeMar DeRozan que no está para fiestas: ante los angelinos, 6+5+5, y -20 con él en pista. Los Clippers remaron hasta el 113-115, pero Luke Kennard no concretó con un triple solo tras recibir el pase de Kawhi, y el propio alero falló el tiro que habría forzado la prórroga, después de que Patty Mills anotara uno de dos tiros libres desde la personal. Los Clippers perdieron. Y los Spurs prevalecieron. Y van a dar guerra. Toda la que puedan. Eso lo han dejado claro.