LIGA ENDESA

El laberinto ACB

Los clubes tienen asamblea el lunes. Alguno puede poner sobre la mesa la cancelación del curso. Canarias se ofrece para una fase final. El cambio de formato requiere consenso.

CARLOS DIAZ RECIODIARIO AS

La reanudación del deporte no es una opción ahora. Sin embargo, cada competición trata de articular planes por si en menos de dos meses se dan las condiciones de salud y de seguridad. La Liga de baloncesto no es una excepción, aunque no hay todavía una hoja de ruta establecida. Puede quedar marcada en la asamblea telemática de la ACB del próximo lunes 20 de abril. Inicialmente sobre la mesa, el escenario continuista: mantener la suspensión sine die y avanzar en la planificación de cómo volver a las canchas. Pero no se descarta que haya voces que planteen una cancelación definitiva, que para algunos es el destino ineludible, y comenzar así a preparar la próxima campaña.

En el primer escenario se enmarca el ofrecimiento oficial de Canarias para ser la sede del final liguero por concentración, con los equipos dilucidando el campeón en una o dos ciudades de las islas y en varios pabellones. "Hay conversaciones discretas", dice el consejero de Deportes del Cabildo de Gran Canaria, Francisco Castellano, que ayer ahondó en Radio Nacional: "La ACB debe decidir primero si mantiene la competición y luego el Ministerio de Sanidad tendría que dar el visto bueno. Si es así, Canarias podría acoger el cierre de la Liga con unos niveles altísimos de calidad". La primera oferta fue al fútbol, a LaLiga, con el argumento de la insularidad y de que es la comunidad con menos incidencia del coronavirus. "El hecho insular debería ayudar a normalizar la vida y podemos ser un laboratorio para la desescalada", asegura el presidente canario, Ángel Víctor Torres, que pide, si es sanitariamente posible, recuperar antes el día a día en las islas tras el confinamiento, ya que el turismo es el principal sector económico.

Esta propuesta no es la única que le ha llegado a la ACB (al margen del ofrecimiento de disponibilidad del WiZink Center de Madrid). Los clubes ven ahora la vía canaria como una opción muy remota. Lo primero, porque la Asociación no les ha planteado aún nada. El primer paso de la ACB es un protocolo sanitario que está preparando con la Liga de Fútbol Profesional y el CSD para cuando se puedan reemprender los entrenamientos.

Más allá de las cuestiones médicas, las prioritarias, la sede/burbuja (al estilo de lo planteado en la NBA) genera muchas dudas. Obligaría a encerrar de nuevo a los jugadores durante varias semanas, ahora en habitaciones de hotel, lejos de sus familias y sin estar a salvo de un posible contagio que lo paralizaría todo. La concentración, además, impide simultanear torneos, al menos en esas fechas, para el caso de que se reanuden también la Euroliga y la Eurocup.

Un tercer condicionante y no menos importante es que el sistema de sede única exigiría casi a la fuerza al cambio de formato y eso solo es posible con un consenso muy amplio (se necesitarían tres cuartas partes de los votos de la asamblea, mientras que para la cancelación basta con la mayoría simple). Restaría por conocer si los Cabildos (también hay interés del de Tenerife) y/o Movistar garantizan de algún modo unos ingresos extra. Un laberinto con muchos caminos y solo una salida.

La Federación quiere mantener sus dos ascensos

De no acabar el curso o de hacerlo sin descensos, Estudiantes y Fuenlabrada mantendrían la categoría. Por eso la Federación, que hoy se reúne con sus clubes (Valladolid y Gipuzkoa empatan en el primer puesto), trabaja para que no se anulen los ascensos desde la LEB, incluso aunque no haya reanudación, lo que podría llevar a la encrucijada de pasar de 18 a 20 equipos en la ACB. Algo inviable por calendario, pero no solo, dada la situación económica.

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