Campazzo y un taponazo de Garuba deciden un gran pulso

Pese a que la fotocopiadora estaba lista en los primeros minutos para sacar un calco de la final copera, no hay dos partidos iguales. Eso dicen y eso vimos en el Martín Carpena. Dos semanas después de la Copa y en un escenario muy cambiado por las bajas, el Unicaja tocó con los dedos la revancha del torneo del KO. En realidad nunca fue por delante, ni un solo segundo, pero a falta de 1:25 igualó a 88 tras dos tiros libres de uno de los nuevos, el serbio Simonovic, y los mejores momentos de Gerun, que con movilidad y verticalidad encadenó nueve puntos en un suspiro y eliminó por cinco faltas a Tavares, al que supo buscar la espalda.

Era una oportunidad de oro para un equipo con cinco ausencias (Alberto Díaz, Jaime Fernández, Toupane, Suárez y Ejim), dos fichajes y tres canteranos convocados de urgencia (y que no actuaron). Casimiro contaba con cuatro exteriores para tres puestos y los exprimió. La otra novedad, el bilbaíno Bouteille, apenas descansó (37:11 en pista) mientras que Adams (20 puntos en 33:50) y Brizuela (16 en 30) llevaron el peso de la anotación.

Al Unicaja le condenó no sumar en los 85 segundos finales mientras que Campazzo, al que Laso dio treguas a discreción con vistas al duelo del martes en Milán, resolvió con cuatro tiros libres sin fallo. MVP en la Copa y decisivo de nuevo ahora. Otra muesca en el arma de la pareja Facu-Tavares, aunque, en medio de las dos tandas desde la personal del base argentino, Usman Garuba (recuerden, aún 17 años) colocó un tapón de altos vuelos que cortó las alas a Adams y al Unicaja. Restaba un minuto y esa fue la imagen (vean la foto de Mariano Pozo) que simbolizó la victoria blanca.

Un gran Garuba

Tavares ya no andaba en cancha, pero por segundo partido seguido fue el máximo encestador madridista (17 tantos, igual que un Carroll que arrancó fortísimo: 10 en el primer cuarto). Edy se hinchó a colgarse del aro, hasta seis veces: mates tras recibir con los pies en el suelo, pese a que falló dos claros de inicio, y alley-oops con pases elevados de Campazzo (11 asistencias). Y volvemos a Garuba... un taponazo y mucho más. Laso apostó por él y por Reyes, casi con cambios de balonmano, para sustituir a Tavares. Y el canterano ayudó en todo (6 puntos, 8 rebotes, 1 asistencia, 2 robos y 2 gorros) y se llevó a casa el mejor +/- de la tarde: +19 con él sobre el parqué.

El pulso tuvo varios vaivenes y los locales fueron capaces de neutralizar una brecha de 16 (23-39). Primero se pusieron a tiro de dos (46-48) con un certero Waczynski quemando minutos con cuatro faltas en la mochila y luego, tras haberse vuelto a descolgar (50-65), empataron a 88. Mucho mérito verde y más ante un adversario que dio 25 asistencias y solo extravió 3 balones. Números que dicen que el Real no perdió el norte en el último cuarto, sino que el Unicaja lo encontró. Un aviso de que el equipo cajista con los refuerzos y todos sanos puede dar una zancada al frente. El Madrid, a lo suyo: noveno triunfo seguido entre Liga, Copa y Euroliga.