La décima del Madrid
Los blancos, en un día inspirado de Rudy y de Mickey, pasan por encima del Baskonia y logran su décima victoria seguida en la Euroliga, su récord con el nuevo formato.
El Madrid volvió a la carretera después de seis partidos en casa de los siete últimos, pero ni se inmutó. Cabalgó en el Buesa Arena, en plaza grande, como lo suele hacer en el Palacio. Con estilo, soltura y gran ritmo. Está en forma, de vuelta rápida en vuelta rápida en un mes otrora de bajón. Diez victorias seguidas, una hazaña en la actual Euroliga de todos contra todos solo al alcance de los muy buenos. Como Rudy y el intermitente Mickey, brillantes ambos. Mejri no salió esta vez (sí lo hizo Garuba) y a Carroll ni se le vio, ausente con permiso del club.
El Real dejó al Baskonia contra las cuerdas casi de salida, porque los de Perasovic solo reaccionaron al primer directo en el mentón: del 0-8 al 9-10. Fall neutralizaba a Tavares, aunque luego se llevaría un taponazo del caboverdiano. Laso había cambiado por completo su quinteto para dar el segundo y, a la postre, definitivo empellón con las manos de Laprovittola y Thompkins. El base argentino venía de sacar buena nota el martes ante el Armani Milán y repitió actuación sólida, sin alharacas pero eficaz. Entre los dos anotaron los 13 primeros tantos del segundo acto y pusieron el +15, que luego fue +18 (27-45) después de dos triples y tres tiros libres de Rudy y un jugadón de Campazzo: robo en salto y pase picado para la carrera por el carril central de Deck que se colgó del aro bamboleándose.
En la reanudación, el técnico madridista apostó por el quinteto del tercer cuarto del martes, el que firmó la reacción frente al Chacho y compañía con una gran defensa. El objetivo era finiquitar la batalla y no lo logró. En esta ocasión los Campazzo, Taylor, Deck, Randolph y Tavares mostraron grietas y el Kirolbet, empujado por Shields y Shengelia, rebajó a 12 la brecha (42-54). Cinco minutos pasaron los blancos sin anotar una canasta y, sobre todo, añadieron varias pérdidas que dieron aire a los locales. Faltaba frescura.
Caras de preocupación en Vitoria.
Laprovittola había extraviado en ese tramo la serenidad previa, aunque la recuperó en el último periodo arropado por Rudy y Mickey, protagonistas en una noche inspirada. Las cosas en su sitio (52-75) ante un adversario que cavilaba su mal momento. Caras de preocupación en el banquillo, en la grada (hubo hasta pitos) y en el palco, la de Querejeta, sin ir más lejos. También desazón en los homenajeados, Rakocevic y Sergi Vidal, a los que se les colgó sus históricas camisetas en el techo del Buesa Arena. Solo cuatro asistencias por veinte del rival. Un dato tan elocuente como demoledor.
El Baskonia había encajado 105 puntos de media en sus últimas cuatro derrotas europeas y esta vez solo fueron 77, pero cayó por 22. Una pequeña tunda. Y es que el Madrid no para de contar, diez seguidas, récord del club con el nuevo formato, y a solo dos de las doce que hilvanó el Fenerbahçe el curso pasado. A ver.