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La NBA se plantea la revolución: torneo de eliminación, menos partidos, final sin Conferencias...

Wojnarowski y Lowe anuncian en ESPN que Adam Silver trabaja con una hoja de ruta que transformaría la NBA radicalmente, tal vez ya en 2021.

La NBA se plantea la revolución: torneo de eliminación, menos partidos, final sin Conferencias...

El calendario de 82 partidos con la evidente intrascendencia competitiva de muchos de ellos, el descanso industrializado de los jugadores (load management), el descenso de los ratings televisivos... la NBA parece en un punto de inflexión, en un momento excelente de salud pero agitada por estas cuestiones y, no hay que olvidarlo, por la crisis china que le sobrevino en pretemporada. Entre bastidores se planifica un futuro que puede transformar radicalmente el formato de la competición para adaptarla a los tiempos e intentar hacerla más atractiva de principio a fin. El comisionado Adam Silver siempre ha asegurado que todas las opciones están sobre la mesa, que se estudia qué es mejor para la NBA de mañana y que empieza a ser una posibilidad muy real algo que hasta hace no mucho era anatema: un torneo separado de la temporada al estilo de las Copas en Europa o del March Madness universitario, una de la grande minas de oro del deporte estadounidense.

Los dos pesos pesados de ESPN, Adrian Wojnarowski y Zach Lowe, se han unido para anunciar que la NBA se ha remangado y se ha puesto manos a la obra para rediseñar su ecosistema. Y para ello ya ha iniciado las conversaciones con la asociación de jugadores (NBPA) y las televisiones que ahora mismo sostienen el tronco del negocio: Disney (ESPN y ABC) y Turner (TNT) firmaron un contrato de 24.000 millones de dólares por nueve años que concluye en 2025. Hasta entonces, desembolsan casi 3.000 millones al año, cerca del triple de lo que valían antes los derechos televisivos de la liga.

Un nuevo enfoque de toda la temporada NBA

Los cambios que se estudian, según Woj y Lowe, son radicales: reducción de la Regular Season, semifinales y final sin distinción de Conferencia, una ronda previa a los playoffs y un torneo de eliminación en el que podrían participar las treinta franquicias de la liga. Todo unido, una revolución sin precedentes que podría hacer que los equipos pasen a jugar 78 partidos de Regular Season y no los 82 que disputan ahora. El plan de Silver es tener una propuesta en firme cuando se reúna el comité ejecutivo de la liga en abril, momento en el que se podrían aprobar algunos de estos cambios con la idea de que entraran en vigor en la temporada 2021-22, la número 75 para la NBA. Pero hay tantos actores en juego y tantas ramificaciones posibles por cada uno de estos cambios que aprobarlos y aplicarlos no será fácil. Aunque, eso parece claro, la senda se está abriendo...

El reseeding (reubicación de las eliminatorias) afectaría a unas teóricas semifinales, lo que ahora son las finales de Conferencia. Ahí los cuatro clasificados se redistribuirían en función de sus balances de Regular Season, el mejor contra el cuarto y el segundo contra el tercero. Esto rompería la simetría Este/Oeste y permitiría algo nunca visto: unas Finales de la NBA con dos equipos de la misma Conferencia en caso de que sean los que se lo ganen en las canchas.

El torneo de eliminación es algo de lo que Silver ha hablado públicamente varias veces y que la NBA considera que puede ser un éxito deportivo y, por lo tanto, una mina de oro para la liga y sus socios, las televisiones a la cabeza. Eso cubriría en parte las pérdidas de la reducción de la Regular Season, que llegaría a los playoffs con una ronda previa en la que jugarían séptimo, octavo, noveno y décimo de cada Conferencia. Serían partidos de eliminación. Séptimo y octavo jugarían uno, con el ganador en playoffs como séptimo. El perdedor se mediría con el ganador de un duelo entre noveno y décimo para decidir la última plaza de playoffs.

En cuanto a ese segundo torneo al margen de la temporada convencional, la idea de la NBA es que lo disputen las treinta franquicias, con una primera ronda divisional cuyos partidos, por zonas geográficas, formarían parte también de la Regular Season. Los seis ganadores de ese mini torneo de cada División (tres por Conferencia) y otros dos con los mejores récords de victorias pasarían al torneo del K.O. definitivo, que se jugaría a un partido con cuartos, semifinales y final.

En la NBA, aunque se asume que habría que incentivar económicamente a los participantes y al ganador, se tiene también claro que costará introducir un concepto así en una competición en la que se juega con un solo objetivo, el anillo de campeón, y teme que las franquicias tarden tomarse en serio este segundo campeonato en versión Copa/March Madness. Sin embargo, cree que con tiempo se generará una tradición y una historia propia que ayudará a que finalmente sea asimilado y valorado por franquicias, jugadores y aficionados. Un primer marco de fechas lo sitúa después de Acción de Gracias (cuarto jueves de noviembre) y hasta mitad de diciembre. Antes se barajaba hacerlo entre enero y febrero con una Final Four en el fin de semana del All Star. Pero esta opción está descartada. Otras opciones también son poco viables: enero es mes de playoffs de NFL y marzo del sacrosanto March Madness de la NCAA. Diciembre parece la mejor opción, con pocas opciones de que sustituya a los partidos de Navidad, donde las televisiones preferirían seguir asegurándose la presencia de las franquicias y jugadores más mediáticos y el interés de los grandes mercados.

Sea como sea, parece que hay una nueva hoja de ruta en marcha. Una que transformaría la NBA tal y como la conocemos y cuyos primeros pasos podrían ser aprobados en abril. ¿Una revolución? Si se llega hasta donde parece que podría llegar, sí que estaríamos ante una nueva era en la mejor liga de baloncesto del mundo.