NBA | WARRIORS 110 - SPURS 127

Los eternos Spurs también ganan a unos Warrios a la deriva

El equipo dirigido por Gregg Popovich ganó todos y cada uno de los cuartos disputados en un Chase Center que todavía no conoce la victoria.

EZRA SHAWAFP

Los Spurs suman y siguen. Y los Warriors también. Aunque en direcciones opuestas. El equipo de Gregg Popovich sigue con paso firme su andadura como si los años no pasaran por ellos. Hace dos décadas Tim Duncan acaba de liderar a la franquicia al primer anillo de su historia. Hoy, el legendario ex jugador se sienta en el banquillo con el que fue su maestro. En el anillo de 1999, por cierto, estaba Steve Kerr en el conjunto texano. En la pasada madrugada se enfrentó a su antiguo técnico. Todo cambia. Todo menos Popovich, que, inamovible, parece dispuesto a permanecer toda la vida en el banquillo de una franquicia que se lo ha dado todo... y a la que le ha dado todo.

Anoche, nueva victoria de San Antonio para ahondar más si cabe en la sangrante herida de los Warriors, que no dan a basto. La pérdida de Durant en verano, el cada vez más improbable de Klay esta temporada y, por último, la lesión de Curry, que en las últimas horas se ha sabido que va para, por lo menos, tres meses, han hundido a una franquicia en la miseria después de tocar el cielo en un lustro en el que se han configurado como una de las mayores dinastías de todos los tiempos.

Nada pudieron hacer ante los Spurs, un equipo seguro que va 4-1 y que sabe que en casa tienen que ganarse el billete para los playoffs pero que hay que aprovechar las salidas contra rivales vulnerables para sumar todo lo que se pueda. Y pocos equipos hay ahora mismo más vulnerables que los Warriors, que pueden pasar de ser finalistas a quedarse sin playoffs (cada vez tiene peor pinta) en apenas un año. No lograron ganar ni un solo cuarto a los de Popovich a pesar de repartir más asistencias (25 por 23) y de tirar bien en tiros de campo (46%) y en triples (mismo porcentaje) algo que, eso sí, también hicieron los visitantes (47 y algo peor en triples, 37).

Popovich y Kerr se saludan durante el partidoCary EdmondsonUSA TODAY Sports

Los de San Francisco, que perdieron claramente la lucha por el rebote (52 a 39) aguantaron hasta el descanso (55-57) pero fueron sometidos en una segunda mitad en la que recibieron 70 ignominiosos puntos. Los 31 puntos de Patty Mills (10 de 18 en TC y 6 de 9 en triples) fueron lo mejor de los visitantes, que contaron con la ayuda de DeRozan (13, con 11 asistencias) Aldrige (22), Gay (16), Forbes (14) o Lyles (14 rebotes). Es decir, de todo el mundo. Muy al estilo Popovich, que sigue practicando un baloncesto colaborativo y que ganó incluso sin Dejonte Murray, que sigue con su restricción de minutos particular.

Por parte de los Warriors, poca cosa. 30 puntos y 8 asistencias de D'Angelo, números bonitos pero insuficientes e insustanciales que se estropean con el mal tiro de tres que tuvo (3 de 11). Solo Jordan Poole (20) y Alex Burks (14) le secundaron. Y caso aparte es Draymond Green (6+8+7), que sigue demostrando que su influencia es visible en un equipo ganador pero que no consigue mejorar a uno más limitado: -16 con él en pista.

Los Warriors se hunden inexorablemente y no consiguen estrenar el Chase Center, su nuevo y prometedor estadio que ni ha iniciado una nueva era ni ha heredado, de momento, nada de la anterior. La maldición de un equipo campeón que no conviene olvidar y que seguro que, antes o después, volverá. Lo que no sabemos es cuándo. 

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