GUÍA

El Olympiacos vivió el año pasado una temporada para olvidar. Envuelto en una agria polémica deportiva y arbitral con el Panathinaikos, el equipo de El Pireo descendió a la segunda división griega tras no presentarse a los cuartos de final del playoff contra su eterno rival. Esa decisión (trágica decisión) venía de lejos. No era flor de un día: ya se había retirado antes, durante el descanso de la Copa griega contra el PAO como protesta por la labor arbitral. Llegó, incluso, a solicitar su admisión en la Liga Adriática para sortear ese descenso y sus duelos contra el Panathinaikos. Esta fue denegada.

Su caída oficial de Primera trajo una decisión increíble: utilizará un equipo B en Segunda, con nombre diferente y disputará sus partidos en una pista auxiliar de entrenamientos y no en el Palacio de la Paz y la Amistad. Algo inédito en Europa. Algo insólito para un club con tres cetros europeos, que disputó la Final Four de 2017, y que se centrará completamente en la Euroliga. Un movimiento que puede reconfigurar para siempre el baloncesto del Viejo
Continente.

Este fue su problema más grave, pero no el único. Su paso por la máxima competición continental fue un desastre. Con un balance 15-15, acabó en novena posición en la fase regular y fuera de cuartos tras acumular ocho derrotas en los últimos once partidos ligueros. Una afrenta que se desea borrar en El Pireo y, por ello, la revolución: nueve bajas y ocho caras nuevas.

David Blatt deberá gestionar esta remodelación de la plantilla, que contará, eso sí, con la misma columna vertebral: Spanoulis, Papanikolaou, Milutinov y Printezis. Al margen, han llegado un ‘veterano’ de la Euroliga como Kuzminskas y dos jugadores con pasado NBA y puntos en sus manos: Bradon Paul y Wade Baldwin. El Olympiacos, además, dará la oportunidad a Kevin Punter de debutar en el nivel más alto tras conquistar dos Champions FIBA con AEK griega y Virtus Bolonia italiano.

A sus 37 años, Spanoulis seguirá siendo el santo y seña en El Pireo al menos una temporada más. El base, enrolado en el Olympiacos desde 2010, tiene una única misión: regresar a la Final Four y tratar de sumar su cuarta Euroliga. Debe liderar, pero otros tienen que dar un paso adelante para llevar a cabo un relevo generacional necesario en el timón del conjunto heleno. ‘Kill Bill’ es uno de los grandes pilares de la competición continental: líder histórico en asistencias (1.414) y segundo con más puntos (3.991).

Blatt es uno de los grandes entrenadores del Viejo Continente. Campeón de la Euroliga en 2014 con el Maccabi Tel Aviv, el técnico estadounidense-israelí probó suerte en la NBA con Cleveland Cavaliers de LeBron James. Alcanzó unas Finales (derrota contra Golden State) y a mitad de la siguiente temporada fue despedido. También cosechó grandes éxitos con Rusia: un oro y un bronce en los Eurobasket de 2007 y 2011, respectivamente. Y un tercer puesto en los Juegos Olímpicos de Londres 2012. Este verano anunció que padece esclerosis múltiple, una enfermedad degenerativa.