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El Zenit es un equipo joven, todavía más en su actual denominación. Nació en 2003, en Lyubertsy y como Dynamo Moscú Region. Después fue Triumph y, finalmente y en 2014, Zenit. Nuevo nombre y nueva sede, San Petersburgo. Una ciudad estratégica para la Euroliga y un equipo con la fuerza de Gazprom que se ganó el billete para la máxima competición europea con la última ‘wildcard’, que pareció primero destinada al histórico Partizan de Belgrado.

El Zenit llega con el objetivo de hacerse definitivamente un nombre en el baloncesto europeo, donde ha sido un clásico de la Eurocup en las últimas temporadas. La pasada comenzó bien pero acabó quedándose fuera del playoffs, eliminado en su grupo por el MoraBanc Andorra y el UNICS Kazán. Después, en la Liga rusa, eliminó en cuartos al Lokomotiv y ya dirigido por Joan Plaza, que subió el rendimiento de un equipo inestable e irregular y que había comenzado curso con Vasily Karasev en el banquillo, se estrelló en semifinales ante el CSKA. Un tramo en el que salió Brandon Jennings, que llegó como fichaje estrella y se fue después de diez partidos pregonando que nunca volvería a jugar en un equipo que tuviera en plantilla al hijo del entrenador.

Se refería a la estrella del Zenit, un Sergey Karasev que se ha ido al Khimki dentro de una reforma integral de un equipo que ha perdido a sus referentes (Karasev, Mekel, Jalen Reynolds, Philiph Scrubb...) y ha formado, seguramente bajo recomendación de Joan Plaza, un bloque totalmente nuevo y con claro olor a ACB: Gustavo Ayón, un fichaje estrella y sorpresa, Andrew Albicy, Alex Renfroe, Mateusz Ponitka, Tim Abromaitis, Will Thomas, Colton Iverson...

Camino de los 35 años y con dos Euroligas tras sus extraordinarias temporadas en el Real Madrid, Gustavo Ayón ha recalado en el Zenit, donde seguirá jugando la Euroliga. Un paso extraño pero su mejor opción de mercado toda vez que se cerró otras puertas esperando a la NBA, donde no surgió nada aunque hubo rumores que parecían propiciar un regreso que no se produjo. De esta forma, la máxima competición continental seguirá contando con el que ha sido uno de sus mejores pívots en los últimos años. La pasada temporada promedió 14,5 de valoración en menos de 20 minutos en pista. Ahora su rol será mucho más trascendente a las órdenes de Joan Plaza. Nueva aventura para un clásico, el titán de Nayarit.

Nueva etapa en la Euroliga para Joan Plaza, barcelonés de 55 años que tomó los mandos de un Zenit convulso la pasada campaña y enderezó el rumbo todo lo que pudo. Es su segunda aventura fuera de España tras dirigir al Zalgiris en la 2012-13. Ha ganado dos Eurocups, la última con el Unicaja (donde entrenó entre 2013 y 2018) en 2017, y ahora busca consolidar a un Zenit que estrena un bloque totalmente renovado y que quiere demostrar que merece la ‘wildcard’ que le ha dado la Euroliga. Con Joan Plaza de una cosa no hay duda: por trabajo no va a ser.