Ayer se descubrió al mejor quinteto rookie de la temporada en la NBA. Lo formaron Trae Young, Luka Doncic (estos dos elegidos de forma unánime), Jarren Jackson, Marvin Bagley y Deandre Ayton. Justo los cinco jugadores elegidos en los cinco primeros puestos del draft de 2018. Este hecho sólo había sucedido una vez en la historia y fue con uno de los drafts más recordados.

En 1984 se juntó una de las mejores generaciones que se recuerdan. De aquel draft han salido cuatro Hall of Famers, Hakeem Olajuwon, Michael Jordan, Charles Barkley y John Stockton, además de otros grandes nombres como los de Sam Perkins, Alvin Robertson o Kevin Willis. Al finalizar esa temporada los que habían sido elegidos en los cinco primeros puestos también coparon el equipo ideal de novatos: Olajuwon, Sam Bowie, Jordan, Perkins y Barkley.

Jordan, para muchos el mejor jugador de la historia y el nombre con mayúsculas de aquel grupo, fue elegido en el número 3 por los Chicago Bulls. Fue gracias a que los Portland Trail Blazers, en una decisión no tan discutida en su momento pero claramente fallida con el tiempo, prefirieron a Sam Bowie antes que a él. El pívot, que venía de impresionar en la universidad, tuvo una carrera marcada por las lesiones que le obligaron a retirarse prematuramente sin poder demostrar todo su potencial casi en ningún momento.

La casualidad ha querido que Luka Doncic también fuese el número 3 de su draft el año pasado. Y la cuenta de NBA TV ha subido una imagen de ambos quintetos en la que Jordan y Doncic están frente a frente. 

Esto, que no deja de ser una anécdota, viene bien para recordar lo que el esloveno ha hecho en su debut. Finalizó su temporada con 21,2 puntos, 7,8 rebotes y 6,6 asistencias por partido, unos números que recuerdan directamente a Jordan, el último rookie antes de Doncic en debutar con promedios de +20 puntos, +6 rebotes y +5 asistencias. En su caso fueron 28,2+6,5+5,9.