Todos los años el concurso de habilidades transmite cierta sensación de recién llegado a la fiesta del All Star Weekend, y sin embargo va camino de cumplir dos décadas, algo que haría en Cleveland en 2022 y de lo que solo pueden presumir los dos grandes clásicos, los concursos de mates y triples. La cosa seria.

El concurso de habilidades también transmite al menos, a diferencia de muchos otros intentos de eventos que se quedaron por el camino para completar esta noche central del fin de semana, una sensación divertida, casi desvergonzada. No se toma a sí mismo muy en serio y, al menos desde el pabellón, entretiene. Aunque resulte a priori obvio que las estrellas de la NBA saben driblar, pasar y anotar una bandeja y un triple. La NBA ha ido añadiendo cierta gracia (la aparición de los pívots de nueva generación, principalmente) que remata un concurso que, básicamente y en toda la extensión de la expresión, no está mal. Y que tiene, por cierto, un palmarés tremendo: lo han ganado, entre otros, Steve Nash, Baron Davis, Jason Kidd, Stephen Curry... y un Dwyane Wade que se lo llevó dos dos veces seguidas (2006 y 2007) y lo hizo tan rematadamente mal a la tercera que se dio por hecho que no quería, como marcaba la tradición, repetir otra vez un año después como campeón

Sin el defensor del título Spencer Dinwiddie, lesionado, esta vez todos los participantes se mezclaron en un sorteo puro de cuartos, sin división entre pequeños y pívots y con Karl-Anthony Towns y Ludacris decidiendo los cruces como manos inocentes. Y ganó finalmente Jayson Tatum, que se había impuesto por su lado del cuadro a Mike Conley y los dos pívots puros, Nikola Jokic y Nikola Vucevic. En la final, el alero de los Celtics superó a Trae Young, que había sorteado un lado por el que iban De'Aaron Fox, Kyle Kuzma y un Luka Doncic al que derrotó en semifinales, choque directo (con más buen humor que morbo, en todo caso) entre los números 3 y 5 de draft, intercambiados después por Hawks y Mavericks.

Doncic, que no ha dejado de sonreír en todo el fin de semana, como un niño en Disneylandia, había derrotado en 1ª ronda a Kuzma, el MVP del Rising Stars, porque metió el triple final a la tercera después de intentar antes, lo repitió contra Young, un tiro desde muy lejos en carrera. Muy parecido en realidad al que dio el triunfo a Tatum, al que Young sacó ventaja en el circuito pero que anotó desde más allá de medio campo el tiro final, acompañado por una buena ovación de la grada, como la que se había llevado antes el propio Young cuando su triple batió en el aire al de Fox.

Así que, a su particular manera, el concurso de habilidades tuvo emoción y un par de momentos espectaculares. Divertido como aperitivo y con agradable resultado precisamente porque no pretende ser nada más que eso, sigue cumpliendo ediciones y añade un nuevo nombre que va para ilustre a su brillante palmarés: Jayson Tatum.