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NBA | ALL-STAR 2019 | RISING STARS CHALLENGE

13 puntos de Doncic y MVP de Kuzma (35) en el triunfo de EE UU

El esloveno no brilló en un partido que, como casi siempre, fue con correcalles lleno de talento: Tatum, Simmons... Brillante Trae Young.

CharlotteActualizado a
13 puntos de Doncic y MVP de Kuzma (35) en el triunfo de EE UU
Streeter LeckaAFP

Charlotte ya tiene en marcha su All Star Weekend y su Spectrum Center, estupendo tras una mano de 30 millones de dólares previa a este evento, puso en marcha un fin de semana que, como siempre, irá a más después del aperitivo ligerísimo que es el Rising Stars. Sin tensión, sin ningún ánimo competitivo pero, eso sí, con una lista de jóvenes talentos que dan para presumir a una NBA a la que se le cae el talento de los bolsillos: Ben Simmons, Trae Young, Jayson Tatum, Donovan Mitchell, Lauri Markkanen, Luka Doncic... muchos de estos jugadores jugarán muchas veces el All Star Game de los domingos, algunos ya a partir del año que viene.

El Spectrum presentó buena entrada, con asientos vacíos en las zonas de localidades más caras, y la gente se lo pasó moderadamente bien, con ese hábito tan de estas citas de guardar durante el partido fuerzas y darlo todo en los descansos y tiempos muertos, cuando pululan las mascotas, los equipos de animación, los concursos de baile y las camisetas gratis que vuelan por el aire. Ganó el US Team después de dos años de triunfos del World Team, y la cosa queda, con este formato, 3-2 en cinco ediciones para el equipo del Mundo después de este 161-144 que supuso el récord de anotación de la cita, hasta ahora los 157 de los estadounidenses (también) en 2016. Los cuartos duran diez minutos, no doce, lo que explica todavía más cuánto de pachanga hay, se juegue con el formato que se juegue.

Los jugadores apenas sudan, se divierten, hacen bromas, sonríen sin parar y dejan unas cuantas genialidades que van acompañadas de exclamaciones de la grada, entretenida con una sucesión casi constante de mates, unos cuantos tremendos. Ahí brilló John Collins, un buen presagio para el concurso de esta noche, en un choque en el que solo hubo una falta personal en el primer tiempo (14 totales), ningún tiro libre hasta bien entrado el tercer cuarto (12 totales) y muy pocos conatos de defensa, casi todos protagonizados por los estadounidenses, un pelín más serios. Y con Kyrie Irving en la banda intentando al menos poner gesto de entrenador. En el otro banquillo, Dirk Nowitzki ni siquiera disimuló.

El MVP fue Kyle Kuzma, el ala-pívot de los Lakers que anotó mucho de salida y tiró mucho en el ultimo cuarto para apuntar a un trofeo que se ganó con 35 puntos, 6 rebotes y, eso sí, 27 lanzamientos. Probablemente lo merecía más Trae Young, que jugó una fantástica segunda parte en la que dejó un fascinante rastro de fundamentos y en la que sumó 17 puntos y 6 asistencias (al final, 25 con 10 y 7 rebotes). Jayson Tatum (30 puntos, 6 triples) y Donovan Mitchell (20+7+9) remataron la faena para un equipo que sería tremendo si se pusiera a jugar en serio. Pero no era el día.

En el equipo del Mundo, con menos despliegue físico, no entró el suficiente número de tiros (16/52 en triples). Luka Doncic fue titular pero enseñó poco: 13 puntos con un 3/9 en triples y un par de canastas en el intercambio final del último minuto. Se le fueron al limbo los mejores intentos de pase y, siempre con una sonrisa de oreja a oreja, se gustó con un mate... con el juego parado por falta personal. Bogdan Bogdanovic, el MVP del año pasado, tampoco estuvo súper (15 puntos, 5 triples) y Ben Simmons (28 puntos) y Lauri Markkanen (21) fueron de más a menos mientras crecía el número 1 del último draft, DeAndre Ayton (15+8+5).

El Rising Stars fue, como siempre, una simple toma de contacto con el fin de semana de las estrellas, una cita con, eso sí, unos uniformes preciosos en los dos equipos (homenaje a la tremenda tradición de baloncesto universitario de North Carolina). Y una ristra de jugadores que ya son estrellas y que serán más que eso el día de mañana. Una de ellas es Doncic. Pero hay mucho más: Mitchell, Simmons, Young, Tatum... Sí, a la NBA se le cae el talento de los bolsillos. Por suerte.