NBA | ANÁLISIS

Doncic está en las cuentas para el All Star... pero lo tiene difícil

"Merece ser all star ya esta temporada", asegura Rashard Lewis. Pero lo cierto es que tiene poca opciones en un Oeste con diez plazas casi fijas.

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Este será el tercer año consecutivo en el que la NBA tendrá dos partidos de Regular Season en México. Serán (mañana y el sábado) Orlando Magic-Chicago Bulls y Orlando Magic-Utah Jazz, y se jugarán en el Arena Ciudad de México. Rashard Lewis, el alero ya retirado que jugó en Sonics, Magic, Wizards y Heat y fue campeón en 2013 y dos veces all star (2005 con los Sonics y 2009 con los Magic), es una de las personalidades de la liga que están ya promocionando este evento sobre el terreno. Y desde allí ha opinado sobre algo que empieza a ser un debate cada vez menos forzado en el entorno de la liga: ¿debería ser ya all star Luka Doncic? “Es un gran jugador, me encanta. Creo que debería ser all star ya. Y debe ser el Rookie del Año. Juega ya como una estrella, su transición a la NBA ha sido muy rápida, parece que llevaba mucho tiempo en la NBA”, dijo Lewis, finalista en 2009 con los Magic de Dwight Howard, que perdieron ante lo Lakers su gran oportunidad de ser campeones (4-1).

Lo importante, si es que hay algo en este debate que lo es, es que existe la opción de plantearlo, aunque solo sea como divertimento. No tiene sentido afirmar que Doncic tiene que ser all star en 2019 sí o sí, tampoco negar que, al menos, se está ganando estar en las quinielas, ser uno de los nombres en el bombo. Promedia 17,8 puntos, 6,7 rebotes y 4,3 asistencias y es el líder claro de unos Mavericks que ahora mismo están séptimos del Oeste, en puesto de playoffs (14-11), con diez victorias seguidas en su pista por primera vez en una década, y por delante de equipos como Blazers, Jazz, Pelicans y Rockets.

Eso vale un lugar en un debate que cogerá temperatura en las próximas semanas, camino de la cita de Charlotte (15-17 de febrero), donde llega por fin un evento que se retiró a toda prisa en 2017 (cambió a Nueva Orleans) por las leyes discriminatorias contra la comunidad gay que se aprobaron en Carolina del Norte. Por otro lado, lo normal es que la NBA no tenga ninguna prisa en que Doncic esté ya en el partido del domingo: su lugar en los eventos del All Star Weekend está garantizado ya que disputará seguro el Rising Stars que mide a jugadores de primer y segundo año en dos equipos, EE UU contra el Resto del Mundo (Team USA vs Team World). Doncic, no en vano, es un clarísimo líder ahora mismo en la carrera por el Rookie del Año, con Jaren Jackson Jr como, seguramente, la mayor amenaza pero por detrás. Ahora con muy poca opción de discusión.

Tan cierto es eso, o que Suns, Kings y Hawks (los que pudieron hacerse con él) tendrán un nudo en el estómago viendo el arranque de Doncic en la NBA (con 19 años), como que es pronto para juzgar las carreras de los rookies, algo que en estos tiempos se olvida con facilidad, que algunos estadounidenses llegaban más verdes que él con lo cual pueden tener un arco de crecimiento mayor (aunque su suelo también es más bajo que el del esloveno) y que, aunque es sin duda una de las sensaciones de este primer tramo de temporada (y con toda justicia), lo normal y casi lo lógico es que Luka Doncic tenga no pocos all star en su futuro currículum... pero no estrene todavía esa condición en 2019.

Por un lado, el Oeste tiene un nivel de jugadores tan tremendo que, ya ha pasado las últimas temporadas, se puede hacer otro equipo de absoluto relumbrón con los que se acaban quedando fuera de la cita. Por otro, estos son los rookie que han sido all star en los últimos 25 años: Blake Griffin y Tim Duncan como suplentes, Yao Ming y Grant Hill como titulares por el voto popular. Nadie más.

¿Doncic tendría que entrar como guard o forward?

Primero, recordemos el actual sistema de selección para un All Star Game que el año pasado estrenó nuevo formato: los dos jugadores más votados, uno del Este y otro del Oeste, hacen sus equipos eligiendo a pies. En el Staples Center, en febrero, se estrenó con éxito este nuevo modelo, que acabó con la distinción Este vs Oeste y que consiguió dar más interés antes, durante y después del partido gracias a una forma de elección (estrenada por LeBron James y Stephen Curry el pasado 25 de enero) que para el partido de 2019 será además televisada: se podrá saber en directo a quién y en qué orden van eligiendo los capitanes, un sueño de puro hype en estos tiempos de redes sociales y agitación constante del entorno NBA.

Los equipos ahora se hacen así, pero el lote del que se selecciona sigue formado por 12 jugadores de cada Conferencia, Este y Oeste. Cinco titulares y siete suplentes por bando. Los primeros, dos guards (bases y escoltas) y tres forwards (aleros, ala-pívots y pívots). En el banquillo, otros dos guards, tres forwards y dos wildcards (cualquier posición). Hasta 2013, existía el puesto de pívot como tal (guards, forwards, center) pero esta distinción desapareció en gran parte para adaptarse al nuevo estilo de juego y nueva confección de plantillas que imperan en la NBA.

A los titulares los elige un voto que es al 50% de los aficionados (se abrirá en breve), y al 25% para jugadores y medios de comunicación. En 2017 se decidió que no fuera al 100% voto de los aficionados para evitar excentricidades como la que casi convierte en titular al georgiano Zaza Pachulia. Los suplentes los eligen los entrenadores, que no pueden votar a sus propios jugadores. Si hay una baja por lesión, la elección del reemplazo corre a cargo del comisionado Adam Silver. En cuanto a los entrenadores principales, son los de los equipos que mejor balance tengan de Este y Oeste. Eso sí, un técnico no puede repetir en temporadas consecutivas por la llamada Pat Riley Rule: el dominio de sus Lakers fue tan aplastante en los ochenta que el histórico Riley fue el elegido para entrenar al Oeste en ocho de nueve años entre 1982 y 1990, así que la NBA introdujo esta norma para que no se repitan demasiado las mismas caras. Eso sí: afecta a entrenadores de forma individual, no a equipos. Así que Nick Nurse podrá entrenar en el All Star Game aunque el elegido en 2018 también fuera de los Raptors (Dwane Casey).

En la división entre guards y forward, Luka Doncic entraría en principio en la segunda categoría. La NBA considera al esloveno oficialmente alero, aunque en pista ejerza en muchos momentos de base mucho más puro en un rol más parecido al que se le recuerda en el Real Madrid. Pero el backcourt (pareja de guards: base y escolta) titular oficial de Rick Carlisle es Dennis Smith Jr-Wesley Matthews. Y ahora que Smith es baja por lesión, Jalen Brunson (otro rookie)-Matthews. Así que Doncic parte como forward y podría entrar en teoría por esta vía o por la wildcard que no distinguen de puestos. En caso de duda con la posición de un jugador, eso sí, la NBA anima a que se le otorgue la que sea “más beneficiosa” para el evento de las estrellas.

En todo caso, no importa demasiado: la competencia es terrible en el Oeste tanto en el juego exterior como en el interior.

Demasiados candidatos para solo doce puestos

Repito: antes de que se barajeen los nombres en manos de los dos capitanes, se elegirán al estilo clásico doce jugadores del Este y doce del Oeste divididos en cinco titulares (dos guards, tres forwards) y siete suplentes (dos guards, tres forwards, dos wildcards). Eso permite proyectar unas cuentas que explican de un plumazo lo crudo que lo tiene un Luka Doncic que, de entrada, se caería casi definitivamente si los resultados de los Mavs dejan de ser tan brillantes como en las últimas semanas.

En el backcourt del Oeste, Stephen Curry tiene plaza segura como titular y cuesta pensar que la otra del quinteto no vaya a ser para James Harden... o Russell Westbrook como alternativa. En el frontcourt, parece que habrá pocas sorpresas con las plazas en el quinteto cuando son seleccionables LeBron James, Kevin Durant y Anthony Davis.

En cuanto a los suplentes, uno de los dos guards sería el descartado de Harden y Westbrook. Para el otro fijo, los grandes aspirantes son Damian Lillard y Klay Thompson. Ni mucho menos los únicos. Para los tres de frontcourt, hay dos que ahora mismo parecen inamovibles: Paul George y Nikola Jokic. De esta forma y sin hacer grandes cábalas, tenemos diez casi casi fijos de los doce totales: Curry, Harden, Westbrook, Klay, Lillard, LeBron, Durant, Davis, George y Jokic.

Quedarían en este supuesto dos plazas, una de frontcourt y otra de wildcard. Y una larguísima lista de candidatos de entre los que unos cuantos están ahora mismo, en principio, por delante de Luka Doncic. Que cada uno saque sus conclusiones: Tobias Harris (para muchos un fijo si los Clippers mantienen su nivel de noviembre), Steven Adams (los Thunder lideran el Oeste así que no es descabellado que puedan tener tres representantes, y la temporada de Adams es por ahora monstruosa), Mike Conley, Marc Gasol (los Grizzlies vuelven a ser los Grizzlies y uno de los dos podría tener premio: sería el primero para el base), DeMar DeRozan (un fijo en el Este que ahora lo tiene menos fácil en la otra Conferencia) y Karl-Anthony Towns (ya lo fue en 2018 y sus números están ahí).

Si se piensa en Doncic como outsider, tampoco estaría solo en esa categoría: Donovan Mitchell y Rudy Gobert no están a su mejor nivel en unos Jazz por ahora muy decepcionantes, Jrue Holiday promedia más de 20+8+4, Chris Paul sigue siendo Chris Paul (pese a la marcha de los Rockets), Draymond Green sigue siendo Draymond Green (pese a su larga ausencia por lesión) y De’Aaron Fox ha dado un salto de calidad extraordinario para unos Kings que están ahora mismo con balance positivo y en la pelea por los playoffs.

Si se dan diez como casi seguros y a la vista de lo fuertes que son ahora mismo candidaturas como la de Tobias Harris y Steven Adams, por ejemplo, resulta obvio que lo normal es que, insisto, Luka Doncic sea all star de la NBA, y no una vez ni dos... pero a partir de 2020, como pronto. Eso sí: ahora mismo también es ridículo sacarle de las cábalas o negarle que se ha hecho un hueco en ellas con su luminoso primer tramo de temporada.