Los Raptors son los líderes de la NBA. Cinco victorias en cinco partidos, más que nadie y más que ellos mismos en toda su historia con tal escenario. Las dudas sobre cómo sería el equipo cuando llegara Kawhi Leonard empiezan a disiparse cuando el alero se saca de la chistera otro gran partido. A los Timberwolves les tocó sufrir 35 puntos con su firma para terminar cayendo en Toronto por 112-105. 

El buen hacer de Leonard dio las primera ventajas, aún pequeñas, a su equipo en el primer cuarto. Ya habían adelantado el trabajo para cuando llegaran las rotaciones, que gozaron de una diferencia ya cercana a los diez puntos durante casi el resto de la primera parte pese al esfuerzo de Derrick Rose en lo contrario.

Los Raptors jugaban con Siakam adelantado y con ataques muy rápidos, a veces sin llegar a la decena de segundos. Con Leonard como eje pivotal los canadienses se sentían muy cómodos. El partido era más parejo de lo que parecía, pero es que Toronto simplemente daba más en la diana que el rival.

Cuando parecía que el encuentro moría sin más emoción, Jimmy Butler volvía a ser la respuesta. El polémico jugador de los Wolves se destapaba de nuevo hasta llegar a poner a cinco (106-101, minuto 47) a los suyos, pero un tiro de Leonard en carrera ante el propio Butler no dejaba hueco a más sorpresa.