CELTICS 114 - SIXERS 112 (4-1)

Increíble: Stevens completa el círculo imposible y los Celtics vuelven a las finales del Este

Los Sixers tuvieron opciones hasta el final, pero no tuvieron suerte. El Big Three (Embiid, Simmons y Saric) jugó un quinto sensacional.

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Un año después, Boston se vuelve a encontrar en la misma situación: con LeBron como último obstáculo camino de las Finales de la NBA. Pero ha cambiado tanto... En la madrugada del miércoles, Brad Stevens no solo metió a su equipo por segundo año consecutivo en las finales de la conferencia este, sino que dio un paso más hacia esa meta cultural que lleva cinco años trabajando y que no es otra que la excelencia. Ganar como equipo, por encima de cualquier baja, de cualquier circunstancia, de cualquier individualidad. Ganar como franquicia, como proyecto. Ganar por sistema, por cultura. Ganar, ganar y ganar.

Contra todo pronóstico, sin una gran estrella (Kyrie-Hayward) y derrotando a un proyecto con el que da la sensación de que se van a cruzar unas cuantas veces en los próximos años. Boston cerró el círculo un año y unos cuantos obstáculos después, eliminando ayer a Philadelphia en un partido que, como casi toda la serie, se decidió en los detalles.

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Los Sixers, repitiendo en parte la estrategia del cuarto partido, volvieron a machacar la pintura. Pero esta vez los Celtics estaban preparados para responder (54-48 para los visitantes). Joel Embiid embestía una y otra vez (27+12+4+4), Dario Saric volvió a jugar un partido de un nivel realmente especial (sobre todo por variedad de recursos: 27+10+4) y Ben Simmons no ha vuelto a ser el de los tres primeros partidos (18+8+6). Pero cómo respondió Jaylen Brown (acertadísismo: 10/13 en los tiros para 24 puntos), tres triples añadió Terry Rozier y qué estabilidad, regularidad y constancia la de Jayson Tatum (séptimo partido consecutivo de más de 20 puntos). Más allá del talento. Siempre por encima del notable. Siempre presente... Y en las distancias cortas, golpe a golpe, pocos equipos pueden con estos Celtics... Por carácter, por entrenador y porque siempre parecen encontrar una solución.

Al Horford tomó tres grandes decisiones seguidas en ataque (y alguna que otra en defensa...) mientras Embiid y Simmons se precipitaban en el otro lado (la juventud, las ganas...). Pero los Sixers aún tenían un derechazo más. Redick se levantó completamente solo a poco más de un minuto del final para poner a su equipo cinco arriba... Pero no anotó, y ahí se fue medio partido. Dos seguidas de Marcus Smart (un rebote ofensivo+canasta y una gran asistencia), el corte a canasta decisivo de Tatum y los Celtics arriba a solo unos segundos del final. Baynes (protagonista... Qué jugador de equipo) aguantó a Embiid en el poste y un manotazo de Rozier les dio la posesión, el partido y la eliminatoria.

En un manotazo, en un rebote, en uno de tantos desvíos. Ahí estuvo el partido y así lo ganaron los Celtics, que se medirán de nuevo y desde el domingo a las 21.30 (hora española) a los Cleveland Cavaliers en las Finales de la Conferencia Este. El circulo imposible está cerrado y último obstáculo se llama LeBron.