LeBron James está en Los Ángeles, así que nos espera un fin de semana de rumores y de detalles a los que sacar punta hasta que se enfrente mañana a los Lakers, que sueñan con que la próxima vez que los Cavs les visiten, LeBron esté en el vestuario local. No será fácil. Como aperitivo, los Cavaliers perdieron con todas las de la ley ante los Clippers (116-102), un equipo que se niega a rendirse: 35-29, todavía octavo del Oeste y obligando a no fallar a Nuggets y Jazz. Son en teoría el eslabón más débil de una carrera histérica por dos puestos de playoffs (hasta Spurs y Timberwolves tienen sudores fríos). Pero de momento no se quieren dar por enterados. Bien por ellos.

La situación es muy distinta para los Cavs porque LeBron ya ha dejado claro que le importa muy poco desde qué posición llegue a los playoffs. Algún año caerá, pero tiene todo el derecho a sentirse así: lleva siete temporadas seguidas ganando el Este. Ahora su equipo es tercero con Wizards y Pacers a medio partido. Y está 38-27, camino de su primera temporada (entre Cleveland y Miami) por debajo del 60% de victorias en una década (2007-08).

Los Cavs perdieron sin Love ni Tristan Thompson (52-40 el rebote, 58-42 los puntos en la pintura) y con lesiones durante el partido de Hood y Osman (ésta especialmente preocupante, un pinchazo en la ingle). Salieron al partido congelados (35-17 el primer cuarto) y fueron recortando a tirones sin estar nunca más cerca que en un 83-77. En el último cuarto no bajaron la desventaja de 8 puntos con LeBron bien pero sin heroicidades esta vez: 25 puntos, 10 rebotes, 6 asistencias, 5 pérdidas. Los triples racheados de JR Smith y el trabajo de los ex Lakers (21 puntos Clarkson, 16+12 Nance) fueron su mejor compañía. No bastó contra un equipo que se la juega cada noche. Así está el Oeste, al que le queda un mes fascinante.

Los Clippers sentenciaron en el último cuarto con bombas lejanas de Tobias Harris (excelente todo el partido, 23+7) y Lou Williams (15 puntos). Y enseñaron todo su repertorio actual: 6 asistencias de Teodosic, buenos minutos muy concentrados de Marjanovic y otra actuación sensacional de Harrell (20+5), ahora mismo un jugador clave y del que deberíamos estar hablando más. Y, claro, las barbaridades de un DeAndre Jordan (mate desde casi la línea de tiros libres incluido) con el que los Cavs (que finalmente no soltaron el pick de los Nets) flirtearon antes del deadline (están 7-5 desde los traspasos, por cierto): 20 puntos, 23 rebotes y los suficientes tiros libres (8/16) cuando el rival le retó, como casi siempre. Los Clippers ganaron y cualquier victoria es fundamental ahora mismo. Y más en partidos que a priori parecen susceptibles de acabar en derrota. Y los Cavs son un peso ligero que solo mira a los playoffs. No transmiten las mejores sensaciones pero, claro, a ver quién apuesta contra LeBron contra lleguen las eliminatorias…