2018: lo mejor y lo peor que les puede pasar a los españoles NBA
Despedimos el año planteándonos dos posibles horizontes (uno ideal y otro muy negativo) en el que ahora entra para nuestros nueve jugadores en la mejor Liga del mundo.
Despedimos el 2017. Llega 2018. Desde el punto de vista de los nueve jugadores españoles que tenemos en la NBA, planteamos (al margen de lesiones) dos horizontes posibles. El ideal en el que todo va de cara para los nuestros. Pero la vida no siempre es de color de rosas, así que intentamos adivinar un escenario mucho más diferente en el que no sale una a derechas. Seguramente, en la mayoría de las casos, no se cumplirá ni uno ni otro. Aunque, por descontado, quien esto escribe desea que se cumpla el primero. Dicho esto, llega el momento de desear un feliz año a todos. Comenzamos.
PAU GASOL
Lo mejor: Continúa al nivel mostrado al cierre de 2017 (es el primer jugador de la historia en encadenar cuatro partidos de 14 puntos, 10 rebotes y 5 asistencias con 37 o más años) para seguir siendo una pieza importante en el engranaje de unos Spurs que vuelven a superar holgadamente las 50 victorias (parece que va a ser así). Individualmente acaba la temporada con porcentajes superiores al 50% en tiros de campo y triples y del 80% en tiros libres y promedia al menos 10 puntos, 8 rebotes, 3 asistencias y un tapón (a día de hoy es así). Unos números que le convertirían en el primero con una edad como la suya o superior en hacerlo. Colectivamente, Kawhi Leonard recupera su mejor versión durante la temporada regular para en los playoffs volver a dejarnos boquiabiertos una vez más y lograr la quimera de sorprender en el salvaje Oeste a los Warriors, Rockets y demás potencias. Los Spurs regresan a las Finales y Pau Gasol está en disposición de conseguir el sueño de su tercer anillo.
Lo peor: Su edad (no olvidemos que tiene 37 años y esta es su 17ª temporada en la Liga) empiezan a hacer mella en su rendimiento. Popovich se ve obligado a reducir al mínimo su rotación y sus números caen considerablemente. Los Spurs cierran mal la temporada y caen eliminados en primera ronda de los playoffs. Para tratar de seguir siendo competitivos, desde la dirección deportiva sienten la necesidad de deshacerse de su millonario contrato y le traspasan en verano.
JOSÉ MANUEL CALDERÓN
Lo mejor: En la misma línea del último mes y aunque perdiendo la titularidad por el regreso de Isaiah Thomas, se mantiene como un jugador de rotación en los Cavs. Su experiencia, cuidado del balón y gran muñeca le permiten ser decisivo en distintos partidos a lo largo de la campaña. En los playoffs Lue sigue contando con él y los Cavs vuelven a dominar el Este para regresar a las Finales. En Cleveland acaban descorchando el champán y Calde consiguiendo el anillo que se le escapó la pasada campaña tras su frustrada llegada a los Warriors.
Lo peor: El regreso de Thomas (también de Derrick Rose) relega al extremeño a un rol residual en la rotación. Los Cavs se mueven antes del cierre del mercado y traspasan a Calderón, siendo cortado por su nuevo equipo.
MARC GASOL
Lo mejor: Marc adora Memphis y Memphis adora a Marc, pero el ciclo de Marc en la ciudad de Elvis toca a su fin. Lo ideal sería que ambas partes encuentren una salida beneficiosa para sus intereses. Los Grizzlies ejecutan un movimiento que les reporta algún pick de valor de cara al draft y uno o varios jugadores jóvenes e interesantes con los que poder construir un nuevo proyecto. Por su parte, el mediano de los Gasol llega a un equipo ya hecho, con aspiraciones al título y que pueda acoger su gran contrato. Un cambio que relanza el juego de un Marc que se mantiene como uno de los mejores pívots de la competición.
Lo peor: El traspaso no llega y Big Spain concluye el ejercicio en un equipo que no para de acumular derrotas al mismo tiempo que aumenta la frustración de un jugador que, no olvidemos, cumplirá 33 años a finales de junio. En verano Marc continúa en los Grizzlies, pero el equipo no consigue dar ese salto competitivo y el pívot va dejando escapar oportunidades de pelear por el anillo.
SERGE IBAKA
Lo mejor: Se consolida como uno de los referentes de Toronto, un equipo que da un paso más esta temporada metiéndose y compitiendo de verdad en la final de la Conferencia Este. Al margen de exhibir tiro exterior, Ibaka mejora sus prestaciones en rebotes y tapones. Encuentra un equilibrio entre el Serge agresivo y dominador de sus primeros años en OKC y el jugador que juega de cara a aro y abre el campo que es en la actualidad. Consigue alcanzar el siguiente nivel consolidándose en la NBA como el gran jugador que es.
Lo peor: Los Raptors vuelven a pasar sin pena ni gloria por los playoffs con un Ibaka que pasa de puntillas y continúa estancado en su crecimiento. Los jóvenes valores de los Raptors empiezan comerle terreno y la prensa y aficionados canadienses empiezan a cuestionarle.
RICKY RUBIO
Lo mejor: Logra disputar sus primeros playoffs siendo protagonista indiscutible en los Jazz. Deja atrás la inconsistencia demostrada en su juego en estos dos primeros meses ejerciendo de timonel del equipo. Mejora sus porcentajes de acierto, se muestra incisivo atacando el aro y vuelve a rondar los números de asistencias de su época en Minnesota. Construye una sociedad eficaz con Mitchell y Gobert que haga de Utah un equipo a tener en cuenta en los próximos años.
Lo peor: Sus problemas en el tiro empiezan a condicionar su juego y Quin Snyder deja de contar con él en los minutos calientes de los encuentros. Entra en una crisis de confianza que reduce drásticamente sus números. Por séptima temporada consecutiva se queda fuera de los playoffs y Utah se adentra en un verano convulso en el que se decida desmantelar el actual proyecto. Otra vez le toca lidiar con la incertidumbre de ser protagonista de los rumores de traspaso.
NIKOLA MIROTIC
Lo mejor: Llega al 15 de enero mostrando el nivel de los 12 primeros partidos de la temporada. Es una amenaza por dentro y fuera, aporta en el rebote y sigue mejorando sus prestaciones ofensivas. Su valor de mercado se dispara y encuentra un equipo aspirante que de verdad apueste por él. La confianza de Niko se dispara, se consolida como un jugador capaz de ganar partidos en la NBA y regresa a los playoffs, donde tanto su futura franquicia como él hacen un buen papel. Llegado el verano, consigue renovar (si en su futuro destino no ejercen la opción de equipo existente en su contrato) y obtiene un contrato en torno a los 20 millones anuales que le reporte estabilidad a largo plazo.
Lo peor: Van pasando las semanas y no encuentra una salida de Chicago. El equipo, ya sin el efecto de su regreso, vuelve a estar inmerso en una tónica perdedora y la alegría y confianza el juego de Mirotic empieza a resquebrajarse. Se convierte en agente libre en verano con un caché menor al que tiene en estos momentos.
ÁLEX ABRINES
Lo mejor: En la segunda mitad de la campaña todo empieza a funcionar como se esperaba en Oklahoma. Los Thunder se convierten en serios aspirantes al anillo con Abrines como uno de los mejores sextos hombres de la NBA. Más allá de cumplir el rol de mero tirador, es capaz de crear jugadas para él y sus compañeros a partir del bote y jugando bloqueos directos. Deja definitivamente atrás los problemas físicos y en su segunda campaña se encuentra disputando las Finales.
Lo peor: No acaba de explotar y sus minutos se van reduciendo cada semana. Los Thunder fracasan y el proyecto se deshace en verano. La dirección deportiva pierde la fe en él y se ve obligado a empezar de cero en otra franquicia.
WILLY HERNANGÓMEZ
Lo mejor: Abandona el ostracismo y con la llegada de enero vuelve a contar en serio para Jeff Hornacek. Los Knicks traspasan a Kanter antes del cierre de mercado y se hace con el puesto de pívot titular. En ataque sigue produciendo números con una facilidad pasmosa y en defensa se convierte en un muro mejorando sus prestaciones. Junto a su amigo Porzingis, consigue devolver a los Knicks a los playoffs. Llega el verano y la franquicia apuesta definitivamente por él como uno de sus puntales.
Lo peor: Acaba el año sin entrar en la rotación, disputando solo los minutos de la basura. Kanter se queda y, tras haberse metido al Madison en el bolsillo, renueva con un lucrativo contrato que le cierra las puertas a Willy en Nueva York. Llegan las dudas. ¿Momento de plantearse un regreso a Europa para volver con más fuerza en el futuro?
JUANCHO HERNANGÓMEZ
Lo mejor: El duro trabajo da sus frutos y llega el partido en el que, por fin, derriba la puerta. Malone va concediéndole cada vez más minutos hasta convertirse en alguien indIspensable en unos Nuggets que se meten en los playoffs, donde hacen un gran papel. Al arrancar su tercer año lo hace ya con un estatus donde jugar está garantizado. Su entrega, energía, muñeca y clase le convierten en imprescindible tras la salida de uno o varios de los compañeros con los que comparte posición.