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MALICE AT THE PALACE

El error garrafal que ayudó a desatar la peor pelea de siempre

"Jamaal Tinsley y Ron Artest se pusieron a hablar sobre una personal que Ben Wallace cometió sobre el segundo en los anteriores playoffs", revela ahora Stephen Jackson...

Rick Carlisle y Tommy Nuñez tratan de separar a Ben Wallace y Ron Artest.
GETTY IMAGESAFP

19 de noviembre de 2004. Una dura personal de Ron Artest (hoy en día conocido como Metta World Peace) sobre Ben Wallace desató la mayor pelea que ha conocido la NBA en su historia. La trifulca, bautizada como 'Malice at the Palace') dio la vuelta al mundo muchos años antes de que los contenidos y comentarios se viralizaran a través las redes sociales. En aquel lamentable incidente se vieron involucrados jugadores de los Pistons, Pacers y varios aficionados presentes aquella noche en el Palace de Auburn Hills —el mismo pabellón del que Detroit se despidió hace poco más de un mes—.

Quien siga habitualmente la NBA tendrá aquella pelea en la retina, pero seguramente desconozca algún de los detalles que ayudaron a desencadenar el bochorno. La NBA impuso un total de 146 partidos de sanción y 11 millones de dólares de multa entre los implicados, pero volvamos al inicio. Indiana tenía el partido ganado (dominaba 82-97 dentro ya del último minuto) cuando Artest cometió una dura personal 'Big Ben', cuya reacción fue completamente desproporcionada. "Su cuerpo seguía en su sitio, pero su cabeza se encontraba en el aparcamiento", bromea años después Stephen Jackson durante una reciente aparición en The Rich Eisen Show.

Pistons y Pacers se habían cruzado apenas unos meses antes en la final de la Conferencia Este 2004, serie que fue a parar a manos de los primeros por 4-2 y que desencadenaría en el posterior anillo de los de Larry Brown. Una eliminatoria en la que no estaba Jackson, quien acababa de recalar en los Pacers para disputar el curso 2004-05. El escota lanzó dos tiros libres justo antes de la venganza de Artest sobre el pívot, por lo que recuerda los prolegómenos a la perfección. "No tenía ni idea de la rivalidad entre ambos equipos. Jamaal Tinsley y Ron Artest se pusieron a hablar a la altura del tiro libre sobre una personal que Ben Wallace había cometido sobre el segundo en los anteriores playoffs", revela. "Le dijo que ahora tenía una oportunidad para devolvérsela", prosigue.

"Todos sabemos que Ron no está en sus cabales. No necesitaba a nada ni nadie para cometer una estupidez. Era capaz de armar follones por sí solo, pero Jamaal Tinsley avivó el fuego al recordarle aquello. Una decisión absurda. Acto seguido, dejé a Wallace vía libre al aro, cuando Ron apareció de la nada y le golpeó en el aire. Muy poca gente recuerda que Ben acababa de perder a su madre. Ni siquiera iba a jugar aquel partido, pero apareció sin estar preparado mentalmente. Empujó a Artest tan fuerte que ni siquiera pensé que sobreviviera. Habíamos ganado el partido y queríamos irnos de allí, así que lo único que tratábamos de hacer era tranquilizar a Ron. Lo conseguimos: ¡nunca le habíamos visto tan relajado! Hasta que un refresco cayó sobre su cara —se encontraba tumbado sobre la mesa de anotadores, algo que mucho entendieron como un gesto de provocación— y perdió el norte", rememora.

Acto seguido llegó la escalada por la grada de Artest persiguiendo al autor del lanzamiento y posteriormente las del propio Jackson y Ben Wallace que pusieron el broche a uno de los mayores sonrojos de siempre en las cuatro grandes ligas del deporte estadounidense. "¿Crees que nos vamos a buscar problemas?', fue lo primero que Ron me preguntó. 'Tendremos suerte si podemos seguir dedicándonos a esto', le contesté. Pensé que mi carrera se había terminado aquel día", concluye Stephen Jackson.