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FINALES NBA 2016 | JORDI FERNÁNDEZ

"LeBron James te sorprende en cada entrenamiento"

Jordi Fernández lleva siete años trabajando en EE UU y está muy bien valorado como técnico de futuro. Dirige a Canton Charge, el equipo de Ohio de la D-League.

Cleveland
"LeBron James te sorprende en cada entrenamiento"
Canton Chargue

Jordi Fernández (Badalona, 27 de septiembre de 1982) lleva siete años trabajando en Estados Unidos y hace dos se convirtió, con 31, en el entrenador más joven del entramado NBA. Dirige a Canton Charge, el equipo de Ohio de la D-League, la liga de desarrollo de una NBA en la que está muy bien valorado como técnico de futuro.

Lleva siete años en Cleveland pero no salta directamente desde Badalona hasta Ohio…

No, había estado trabajando durante tres veranos en un centro de entrenamiento de Las Vegas junto a jugadores como Rudy Fernández, Serge Ibaka… Allí conocí a Mike Brown (exentrenador de Lakers y Cavaliers), que es el que apuesta por mí y me ofrece un trabajo en Cleveland. Estas cosas pasan muy rápido y opté por coger el tren y que no se escapara. Y ya llevo siete años aquí.

Por lo que ya se habrá adaptado absolutamente a la vida en una ciudad como Cleveland.

Vine con la ventaja de que ya había vivido en tres países diferentes y sobre todo vine sabiendo que hay que adaptarse, que nada va a ser perfecto ni una réplica de tu casa. Para nosotros es más acentuado porque en España, quitando cómo ha estado la economía estos años, se vive muy bien: la comida, el clima, las ganas de disfrutar la vida… la cultura en general. Pero al final me moví por ganas de mejorar en lo que me gusta, de aprender.

¿Y entonces se acuerda uno más de su familia o de la comida (risas)?

De la familia, de los amigos, del círculo más íntimo. Pero al final si te adaptas, disfrutas igual. Ahora estoy hecho a otros horarios y otro ritmo distintos, lo que hago es distinto, mi pareja es de aquí… hay que adaptarse y disfrutar de la cultura del sitio en el que estás.

Lleva varios años asentado en el entorno de los Cavaliers, ha pasado por varios puestos y ya está dirigiendo un equipo… ¿ve más cerca el sueño de ser entrenador en la NBA?

Todo es un proceso y lo que necesito es sentir que voy dando pasos adelante en mi formación y en lo que me gusta. Ahora ya soy entrenador de un equipo profesional y ha sido un gran paso para mí. No solo pensando en ser entrenador de la NBA algún día sino simplemente para que se me vea y se me considere como entrenador, porque había estado haciendo otras cosas. He estado trabajando como entrenador de técnica individual, en seguimiento y vídeos… quizá lo siguiente sea ser asistente en un equipo de la NBA primero y después… ¿entrenador? No sé qué pasará en el futuro, solo quiero seguir dando pasos adelante.

¿Y si la llamada llega desde el baloncesto europeo antes que desde una franquicia NBA?

Desde luego lo consideraría. El baloncesto en Europa y en España tiene mucho que ofrecer, su nivel es de los más altos. Pero estoy muy bien aquí y creo que por lo que me han dado también me debo un poco a esta ciudad. He crecido mucho aquí, llevo siete años en el mismo sitio, que no es fácil en este negocio, y no me voy a ir de buenas a primeras. Pero si la oportunidad es muy buena, evidentemente, la consideraría.

En los últimos años se ha hablado mucho de las posibilidades de entrenadores europeos en la NBA, pero hace mucho que no se produce el salto contrario: un entrenador de formación y experiencia en Estados Unidos entrenando en Europa…

Hay gente de aquí que critica lo de allí y gente de allí que critica lo de aquí. Yo me considero un afortunado porque he trabajado en los dos sitios y creo que he podido ver y coger lo mejor de los dos mundos. El problema es, ¿cuántos entrenadores estadounidenses van de primeras a dirigir a un equipo europeo? Ninguno hoy por hoy, antes estuvieron George Karl, Mike D’Antoni… Ahora eso no sucede, en parte por un tema económico y porque hay más trabajo, pero también porque lo que te hace ser entrenador es conocer la cultura y la liga en la que trabajas, el baloncesto. Un español que llegue aquí de primeras no se puede imaginar lo que es jugar 82 partidos en seis o siete meses. Y eso al final influye en la forma de trabajar, en las reglas, en cómo se ve el baloncesto… Es lo que nos separa un poquito. Yo me crie en Europa y llevo siete años como profesional aquí. Me considero un afortunado.

Es entrenador de Canton Chargue, uno de los mejores equipos de la Liga de Desarrollo (D-League) en sus dos años al frente del equipo. Supongo que es un trabajo muy especial por trabajar con chicos que quieren estar en la NBA pero al mismo tiempo difícil porque las franquicias pueden llevarse a tu mejor jugador en cualquier momento.

Es muy especial porque consiste sobre todo en hacer mejores a los jugadores, que al final es de lo que se trata si eres entrenador en cualquier nivel. La clave aquí es hacer que compitan. Yo en mi primer año tuve a 19 jugadores en el equipo, cuando solo puedes tener activos para jugar a 10. Pero es que en esta segunda temporada… ¡he tenido a 28! Hay que aceptar las derrotas y los momentos complicados, aquí no se juega de domingo a domingo y se entrena dos veces al día como en Europa. Aquí jugamos tres veces a la semana y viajamos por todo el país en avión comercial. Los problemas van surgiendo y tienes que tener mentalidad de solucionador. Si te mareas en cuanto hay inconvenientes, estás muerto. Al final, he tenido el mismo balance de victorias (31-19) en mis dos años, he jugado la final de Conferencia… estoy muy contento. Cuando ves jugadores que saltan a la NBA estás feliz porque ese también es tu trabajo, aunque te quedes sin ellos y te cueste más sumar victorias. Este negocio es así, hay que entenderlo.

A nivel de estructura, la D-League sigue dando pasos en la misma dirección.

Sí, está muy bien. Ahora han cambiado algunas normas pero la idea es que siga creciendo y que al final haya 30 afiliados, uno para cada una de las 30 franquicias de la NBA. Es duro porque juegas 50 partidos en cuatro meses y medio y viajas en vuelos comerciales. En mis primeros años me movía con los Cavaliers y obviamente no tiene nada que ver. Al final dependes de tu equipo y nosotros tenemos como dueño a Dan Gilbert (también propietario de Cleveland Cavaliers) y tenemos una estructura fantástica. Yo he tenido este año cuatro técnicos asistentes y luego fisio, preparadores… hasta un becario. Son más medios de los que tendría en un equipo español. Cada vez entra más dinero, la ESPN ya da partidos en directo y ha emitido todos los playoffs… la Liga está creciendo mucho.

Venimos de una época dorada para los españoles en la NBA, con los hermanos Gasol a la cabeza. ¿Cree que los jóvenes a los que les va a tocar coger el relevo tienen también un futuro brillante en la Liga? Juancho Hernangómez se presenta al draft, su hermano Willy puede dar el salto a la Knicks, Abrines a los Thunder…

La clave es que antes con un contrato medio seguramente no merecía la pena venir, pero ahora con las cantidades que se van a poder pagar con los nuevos contratos televisivos que ha firmado la NBA, eso va a marcar la diferencia. Yo creo que esos tres jugadores tienen el suficiente potencial. Juancho puede ser un ala-pívot abierto en la NBA perfectamente, Abrines necesitaría coger algo más de físico pero podría ser un buen tirador desde el banquillo y Willy tiene el movimiento de pies, es muy grande, un chico excepcional… claro que tiene suficiente para estar en una plantilla de la NBA. Pero el problema es el riesgo de venir para estar un año y volverse… aquí lo tendrían más difícil y se lo tendrían que ganar, lo complicado no es llegar sino mantenerse. Tendrían menos problemas para ser muy importantes en Europa así que lo que se tienen que plantear es si quieren venir aquí a luchar, a ganárselo… depende las necesidades que ellos tengan.

Cuando se incorpora a los Cavaliers (2009) ya está LeBron James y es el año en el que juega en el equipo Shaquille O’Neal en su penúltima temporada en activo, ¿cómo es en las distancias cortas?

Muy especial. Imagínate para un recién llegado como yo, con 26 años, y verte trabajando con jugadores así. Es cuando ves las razones por las que son tan buenos, han estado tantos años en la Liga y han marcado una época. Shaquille es enorme, mucho más grande de lo que ya de por sí parece, y sin embargo era rápido, ágil, saltaba… un jugador de época.

¿Y LeBron?

LeBron es uno de esos jugadores que aunque estés trabajando con él a diario te sigue sorprendiendo en cada entrenamiento, es increíble.

Después de Mike Brown, trabajó a las órdenes de Byron Scott, que ha sido despedido de los Lakers tras los peores años en la historia de la franquicia angelina a pesar de ser una leyenda de los tiempos del showtime.

Para mí Byron es como un padre. Por todo lo que me ayudó, me aconsejó... Era una situación muy difícil en Los Angeles y él ve las cosas a su manera, en cierto modo más parecido a como eran antes. Se sacrifica, trabaja mucho, está en la oficina al amanecer todos los días… A mí ha sido una de las personas que más me ha ayudado en todos los sentidos.