Tomás Roncero

Es un respiro para Ancelotti saber que Vinicius, Mbappé, Militao y Lunin van a estar en la capital estas dos semanas de parón.

El fútbol tiene un enemigo silencioso que resulta aborrecible, las malditas lesiones.

El Madrid tiene un problema de fútbol. Y de estado de ánimo. El vigente campeón de Europa está jugando con espíritu funcionarial...

Hay atléticos sanos que reniegan de todo lo sucedido. Son muchos. Cholo, respétales. Y pide perdón.

Sin Mbappé, el Madrid arrasó el año pasado conquistando la Champions, la Liga y la Supercopa de España. Ancelotti dará a la tecla F5.

El guerrero chileno llegó al Bernabéu en un momento necesitado precisamente de eso, de futbolistas que jugasen cada partido como si les fuese la vida en ello.

Lo del Real Madrid, un año sin caer en Liga, es asombroso. Sería maravilloso que siga seis partidos más sin perder para arrebatarle el récord al Barça...

El bajo, la batería, la guitarra eléctrica y una voz fuerte y enérgica que terminó acogotando y destrozando la resistencia perica.

El Real Madrid aspira a ganar todos los títulos y está haciendo buenos resultados más allá de las críticas.

‘Tibu’ es el portero más determinante, decisivo e impactante que haya contemplado en mis 59 años de existencia. Su poderío bajo palos me tiene impresionado.

Es la grandeza de este club imperial, que consigue que los jugadores no le dejan en segundo plano ni siquiera para casarse.

“Amo al Real Madrid; es el mejor club de la historia del fútbol”, dijo ayer Cristiano. Y me dio un vuelco el corazón. Sugiero un homenaje en el Bernabéu.