El FC Barcelona se ha convertido en una jaula de grillos en la que el ruido es insoportable y lo único que importa es elegir trinchera ...
Los 22.000 aficionados que acudirán al estreno en el Camp Nou tienen motivos de sobra para estar cabreados. Ahora falta saber con quién.
Su esfuerzo ha sido conmovedor, su ejemplo, grandioso. Y lo amargo no ha sido la derrota, sino verla tan acongojada por jugar su último partido de dobles
Que se fijen más en Rashford, un héroe que logró 1,7 millones de menús para niños vulnerables.
En los dos últimos Juegos ellas, las deportistas españolas, ganaron más que ellos (12 de 18 en Londres y 9 de 17 en Río) a pesar de soportar más dificultades.
Hay decisiones que ya se han tomado y que no deberían taparse bajo la colcha de purria de la anterior junta directiva.
La falta de alma del Barça, sobre todo en la primera parte ante el Atlético, machaca más el ánimo de la afición que cualquier otra cosa.
Nos sobran los motivos para no pestañear ante lo que está por venir en las seis jornadas de fútbol que decidirán un título con encuentros cruzados entre los contendientes.
Confieso que no tengo ni pajolera idea de lo que sucederá en el Clásico y eso es lo que me hace gracia.
Allyson Felix cambió la discriminatoria política que Nike imponía a las atletas embarazadas.
El entrenador del Barcelona ha remado entre pirañas y ha sido una bendición para una institución en las horas más bajas.
Acostumbrarse a sufrir sin que la gloria te espere a corto plazo es desolador, pero es lo que hay y cuanto antes se asuma, mejor.
Ni al juego del Barça, ni a Messi pareció influirle de forma negativa la información detallada en El Mundo del contrato del crack.
Estando, en el mejor de los casos, acogotados perdidos por la tercera ola y sus consecuencias, un domingo por la noche hay fútbol
El tradicional Concierto de Año Nuevo de la Filarmónica de Viena se cerró, como siempre, con la Marcha Radetzky de Johann Strauss padre, pero sin las palmas...
Se le exigen cuentas a Koeman cuando tengo la sensación de que, al menos, es el único que ha sido capaz de hacer un diagnóstico de la situación.
Fue penalti a Marcelo, pero el VAR no tiene la culpa de lo que le pasa al Real Madrid.
En el batiburrillo en el que se han convertido nuestas vidas, el fútbol no es ningún faro.
Empatar en el último minuto ante el Borussia Mönchengladbach es evitar el desastre y no invita a soñar con la Champions por mucho que se esté construyendo un estadio fabuloso.
Mientras el presidente del Barcelona sigue escondido, el que representa al club lo hace fatal.
Y no estoy segura de que esto sea una buena noticia para nadie, incluido el propio jugador.
Ojalá más deportistas saliendo de sus burbujas millonarias utilizando su fama y reconocimiento social para otros fines que no sean vender zapatillas.
Bartomeu ha cultivado con sumo cuidado su aparente imagen de inofensivo y bonachón, pero ya no debería colar por mucho que se invite a su televisión.
Con un poco de perspectiva igual nos daríamos cuenta de que el Madrid ya no da tanto miedo en Europa, le han eliminado por segunda vez en octavos.
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