Frédéric Hermel

Benzema no estará en Rusia porque el que decide, Deschamps, no lo quiere. Por razones personales, no por motivos futbolísticos.

Ayer Se han demostrado dos cosas esenciales para Griezmann: que podía ganar un título europeo y que el Atlético era un club que podía ofrecerte lo que más te hacía falta, un trofeo.

Todo el mundo sabe que Griezmann fue rechazado por los centros de formación franceses y que se tuvo que ir a España para gozar de la oportunidad de ser futbolista profesional.

Los que hemos llegado a España siendo adultos y no hemos aprendido el castellano de niño no tenemos la misma relación con las palabras que un nativo.

España es un país donde viven unos cuantos millones de aficionados al fútbol que saben mejor que Zidane lo que tiene que hacer cada vez que prepara un partido.

Si nos encontramos en “la guerra”, en el fútbol así se expresa la rivalidad deportiva, el míster galo no duda en entrar en la pelea y hace respetar a su club y a sus jugadores

Después del maravilloso partido de Benzema frente al Bayern, incluso los más críticos de su país han tenido que reconocer su enorme mérito.

Es el momento de demostrar que Zidane no es sólo un líder de vestuario que cae bien a sus jugadores, sino muchísimo más: un inmenso entrenador.

Zizou es consciente de que está haciendo algo excepcional y que un tercer título de Champions le pondría ya en el club privado de los grandes técnicos.

Frédéric Hermel nos cuenta que no le llega al cerebro esta idea de que Benzema debe ser siempre el culpable de los problemas del Madrid.

Hablar de “robo” para referirse al penalti ante la Juve es poner en duda la honestidad de Zidane, de sus futbolistas y del club en general. Algo inaceptable para el francés.

Qué no vengan a hablar de favoritismo ligado a la nacionalidad de los dos protagonistas

Real Madrid y Atlético cuentan con dos grandes porteros: Jan Oblak, quizás el mejor meta del mundo, y Navas, el mejor cancerbero para el Madrid.