El CSD sale a director por año

El CSD sale a director por año

Ana Muñoz será hoy la directora del Consejo Superior de Deportes (CSD). Por encima de ella sólo queda el presidente, Miguel Cardenal. Sucede a David Villaverde, que se ha ido a Presidencia del Gobierno con Soraya Sáenz de Santamaría, que fue quien el año pasado le buscó acomodo en el deporte. Éste, a su vez, sucedió a Matilde García-Duarte, y ésta a Albert Soler, y éste a Manuel Fonseca, y éste a Rafael Blanco, directores de Deportes todos ellos en la época de Jaime Lissavetzky. Éste, además, tuvo una Dirección General de Infraestructuras, que fue ocupada sucesivamente por Inmaculada Martín-Caro, María Dolores Molina, Matilde García-Duarte y Alfonso Luengo. Esta catarata de nombramientos se ha venido produciendo desde 2004.

Además de los diez cambios en la dirección del CSD con nueve personas distintas, ha habido tres presidentes: Lissavetzky, Soler y Cardenal. Los continuos cambios tienen un origen político, y están al margen de que se quiera mejorar la situación deportiva. En eso el Comité Olímpico Español (COE) merece más confianza. En el tiempo que el CSD ha estado sujeto a los vaivenes de la política, el COE ha tenido un solo presidente: Alejandro Blanco. Él, a diferencia de lo que ocurre en el CSD, carece de presupuesto para repartir entre las Federaciones, lo cual le ayudaría a mantenerse en el cargo. Es, además, un presidente elegido, no nombrado, y cuando le mantienen es por algo. Eso le da una legitimidad que otras personas se tienen que ganar.

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