Guillem, el 'caballito ganador' de Jordi Cruz, ganador de 'MasterChef Junior 9'
El joven de Barcelona cautivó a los jueces del programa y a Eneko Atxa con unos platos que ellos mismos aseguraron que era "una combinación ganadora".
La novena edición de 'MasterChef Junior' llegó a su fin este jueves por la noche. Una más corta que las anteriores, pero intensa, y es que la cocina volvió a brillar por encima de todo en la gran final. Y es que el programa culinario ya tiene a su noveno campeón de su versión junior: Guillem.
Guillem, el mejor siguiendo los pasos de Berasategui
La gala comenzó con una prueba de lo más complicada, un 'sigue al chef', y es que el invitado no podía ser otro que Martín Berasategui, quien puso a prueba a los jóvenes talentos con un postre de una técnica exquisita. Una prueba de la que Olivia se fue cayendo durante el cocinado, y seguida de ella Ariel. Pero, por otro lado, el joven catalán se le veía disfrutando de la prueba, con nervios, pero disfrutando, y así se vio reflejado en su plato, que destacó más que el de Carla, quien se perdió entre las elaboraciones y se recuperó en plena prueba. Fue el momento en el que Guillem obtuvo su chaquetilla deseada y un pase directo al duelo final. "No me voy a quitar la chaquetilla nunca", espetó.
La segunda chaquetilla aun estaba en juego para las tres últimas aspirantes, Carla, Ariel y Olivia, quienes viajaron junto a Pepe Rodríguez, Samantha Vallejo-Nágera y Jordi Cruz hasta Cadaqués, visitando 'Compartir', el restaurante de Oriol Castro, Eduard Xatruch y Mateu Casañas. Un lugar con dos estrellas Michelin en el que cada una de las junior tuvo que replicar dos platos de un selecto menú. Y es que especial también fueron los comensales, 11 de los aspirantes de la pasada edición de 'MasterChef Celebrity', encontrando a Juanma Castaño, Arkano y Carmina Barrios, entre otros.
Carla, segunda duelista
En cuanto a la prueba, ya desde el principio se vieron maneras, y es que Carla -al ser la mejor de la prueba anterior- eligió cocinar los dos platos de pescado, y no paró... Incluso Pepe le avisó a mitad del cocinado que tenía cosas adelantadas. Por su parte, Ariel se fue a por los primeros platos, y Olivia, con los bueys de mar y con el postre. A la primera se la vio muy tranquila y pausada, demasiado, tal y como confesaron más tarde los jueces; y a la segunda, sobrepasada ante dos platos de una gran complicación. Y es que al final la que más destacó fue Carla, quien obtuvo finalmente la segunda chaquetilla y el segundo pase al duelo final.
Guillem y Carla, en el duelo final
Guillem y Carla, Carla y Guillem. Los dos jóvenes talentos de la cocina fueron los duelistas de esta novena edición. Un duelo en el que ambos quisieron focalizar su menú en sus raíces, y les salió de maravilla, tal y como confesaron después los jueces junto a Eneko Atxa, y es que la dificultad de sus platos fue indudable. Carla apostó por una ensalada de perdiz escabechada con espuma de vinagre balsámico, aunque el no estar aliñada le pasó factura, algo que hizo olvidar con su segundo, un arroz meloso de verduras con pulpo, una de las cosas más complicadas de la cocina y por la que se la jugó la manchega; y tras ello acabó con un árbol de ganache de amaretto, crema de cerezas, chocolate crujiente y algodón de azúcar, que gustó a los jueces.
Por su parte, Guillem comenzó con un tartar de gamba roja con romescu de kimchi y palomitas de aguacate. Una apuesta de lo más arriesgada: "Esto es muy atrevido, una combinación ganadora", le dijo Jordi Cruz. Tras ello, apostó por unos canelones de carrillera con esferas de queso de La Garrocha y ensalada de setas con aceite trufado; y cerró el menú con una crema catalana con helado de avellanas, bizcocho de sifón y tierra de carquiñolis. "Es una combinación bestial", añadió Jordi.
Guillem, campeón de 'MasterChef Junior 9'
Al final fueron mejores los platos del joven de 12 años de Barcelona, Guillem, quien se convirtió en el ganador de la novena edición de 'MasterChef Junior': "Es un sueño cumplido", señaló en un estallido de júbilo entre bambalinas.
Pero, también quedará en el recuerdo la confesión que hizo antes de llevarse el premio, y es que, hasta que dio con la cocina, se iba a la cama pensando que no era bueno en nada. Una reflexión que le llevó a Jordi Cruz a hacer otra confesión: "Empatizo mucho contigo, yo descubrí que quería cocinar con ocho años y empecé a los 12. No creí que mis padres se sintieran orgullosos de mí hasta que gané una estrella Michelin a los 24... y, mira detrás de ti, tú eso ya lo tienes después de unas semanas".